Por graciosas, las confesiones de Carlos Bilardo no dejan de tener peso propio. El doctor confesó que lloró luego de la eliminación y que le encantaría volver a entrenar en el predio de Ezeiza, aunque tiene un obstáculo en su vida personal: el permiso de su esposa. Además señaló que tuvo ofertas para dirigir otras selecciones, pero las rechazó porque jamás se imaginó la posibilidad de jugar frente a la Argentina. -Cuentan que lloró cuando Alemania eliminó a Argentina. -Alguna lágrima cayó. Desde el '94 no lloraba por el equipo pues lo seguía considerando algo mío. Ahora es que me gustaría volver. La gente me para y me dice "doctor, deje de embromar con el Periodismo". -¿Sería con Maradona? -No sé qué piensa la AFA. Quizá le iría bien empezar con los jóvenes. Yo sí volvería. El problema sería convencer a mi mujer, ¡ja, ja! Vivimos muy tranquilos ahora. La selección es una batidora. Pero llevo demasiado tiempo fuera. Tuve ofertas para dirigir otras selecciones y las rechacé porque no me veo jugando contra Argentina. -¿Qué le deja el Mundial? -Que el futuro no es Alemania, ni Italia, ni Francia. Es Africa, Brasil, Argentina, incluso Estados Unidos, pues ahí los chicos tienen espacio donde jugar. Europa tiene cada vez más problemas para formar futbolistas. -¿España también? -A los españoles los mata la sentencia Bosman. Los dirigentes compran fuera todos los jugadores. Cuando pasé por Sevilla se planteó la posibilidad de montar una escuela para niños, pero no hubo manera. A los dirigentes no les interesa la base. Es un mal tremendo y se confirma cuando el mejor jugador europeo es todavía Zidane. -¿Qué piensa de Brasil? -¡Qué mal jugó este Brasil! -¿Por qué? -Yo me pasé el año alegrándome como argentino que Ronaldinho jugara todos los partidos con el Barcelona. Esta locura de calendario acaba con cualquiera. |