Zinedine Zidane, un jugador de fábula, está empeñado en que su carrera deportiva tenga un final de novela. En lo que constituyó su penúltimo partido como futbolista, "Zizou" volvió a ser la figura. A Zizou sólo le queda un partido profesional en su trayectoria, y será nada menos que la final de la Copa del Mundo, el próximo domingo en Berlín, contra Italia. Sus últimos minutos en un campo de juego podrían convertirse en la mejor despedida posible para un futbolista: campeón del mundo y figura del Mundial. Zidane, que ya anunció reiteradas veces que abandonará su carrera una vez que finalice la participación de Francia en el Mundial, volvió a ofrecer un repertorio de su magnífica clase y elegancia, esta vez en el futurista estadio de Munich. "¿Por qué te retiras, Zidane?", se lamentó en más de una ocasión la mayoría de los 66.000 aficionados que presenciaron la semifinal. La participación de Zizou decayó en el segundo tiempo, pero lo realizado en el primer tiempo le había alcanzado para maravillar a los espectadores. Con su selección Zidane ya se proclamó campeón del mundo en 1998 y campeón continental en la Eurocopa 2000. A nivel clubes, también ganó la Liga de Campeones 2002, con el Real Madrid. "Trabajó duro en el último mes para estar listo para jugar en un partido como este". "Se entregó por completo para llegar a la final, no se guardó nada", comento el entrenador de Francia, Raymond Domenech. Zidane dijo que se retirará del fútbol después de la Copa del Mundo, 12 años después de su debut internacional y ocho años después de conducir al equipo francés a su primer título. Hace seis años, también contra Portugal, un gol de oro de penal de Zidane puso a Francia en la final de la Eurocopa contra Italia. El domingo en Berlín, ante Italia, el genio francés estará en condiciones de conseguir la mejor despedida jamás imaginada por un deportista: ser elegido la figura de Alemania 2006, coronarse campeón del mundo y retirarse del fútbol. |