La resurrección llegó de la mano de sus jugadores más experimentados, que fueron duramente criticados cuando l'equipe tricolor deambulaba sin timón en los primeros partidos de la Copa. Francia pasó todo tipo de dificultades en la primera ronda. Primero empató sin goles con Suiza, luego igualó 1-1 con Corea del Sur y avanzó a los octavos de final gracias a un triunfo 2-0 sobre la débil Togo, un partido que el capitán Zinedine Zidane se lo perdió por suspensión. Este arranque con el pie izquierdo revivió el fantasma del 2002, cuando Francia fue eliminada en la primera ronda en Corea-Japón sin siquiera marcar un sólo gol. Terminó de escolta en el Grupo G detrás de Suiza, y de frente tenía un duelo con España, ganadora de sus tres partidos iniciales de forma arrolladora y favorita gracias a su juvenil y brioso equipo. Pero todo cambió para los franceses. Con un Zidane reanimado, Francia derrotó 3-1 a los españoles en la segunda ronda, y luego 'Zizou' ofreció un recital para la historia en la victoria 1-0 ante Brasil en los cuartos de final. El técnico Raymond Domenech dijo que tener a veteranos como Zidane, Thierry Henry y Patrick Vieira, todos presentes en el equipo que ganó el el Mundial 1998, ayudó al equipo voltear su suerte. "Es una ventaja tener esta experiencia. Estos jugadores que saben qué hacer al final'', comentó el DT. |