Julio Grondona se molestó, y mucho, cuando se enteró que José Pekerman había hecho pública su renuncia antes de hacérselo saber a él en privado. Se molestó porque no tuvo oportunidad de persuadirlo. El DT siguió los pasos de su antecesor. Pero, ¿fue siempre buena la relación entre Grondona y Pekerman? Un rápido análisis permitiría contestar que sí, que el poderoso dirigente y el modesto entrenador siempre se llevaron bien, que nunca hubo guerra. En realidad, Pekerman siempre fue el preferido de Don Julio. Luego de que Daniel Passarella dejara el cargo, Grondona le ofreció el timón de la selección mayor, pero José rechazó el convite con la amabilidad de costumbre y recomendó al "Loco" Marcelo. Una vez que Bielsa dio un paso al costado, tras la decepción del Mundial 2002 y la gloria de los Juegos Olímpicos 2004, Pekerman debió aceptar la segunda invitación. Vino la renovación generacional marca "P" y algunas tormentas, como la invitación de Don Julio a Diego Maradona para que se sume al cuerpo técnico, la confesión sobre que tenía injerencia en la lista de 23 y las declaraciones hablando de "injusticias" cuando le preguntaron por la exclusión de Germán Lux. Pekerman todo lo perdonó. Pero no lo olvidó. |