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Sábado 01 de Julio de 2006
 
 
 
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  \"Era una mentira\"
Como filósofo, semiólogo y cosmetólogo, Juan José Serenelli ('Jota Jota', el 'Yaya' Serenelli) absorbe la derrota con admirable resignación. "La derrota -cita- enseña más que la victoria, pero ¿quién quiere que le enseñen tantas cosas?".
 
 

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"Hay tipos -teoriza el Porra, imprevistamente analítico- que están marcados por el apellido. Alguien que se llama Cambiasso, por ejemplo, está condenado a que lo cambien en todos los partidos, como pasó. Y cuando debió cambiarle el palo al arquero en el penal definitivo, no lo hizo". Escuchamos en silencio, como si el que ha caído sobre la ciudad no fuera ya suficiente.

Ayala tiene la particularidad de elevarse en el aire, quedarse allí suspendido como un avión Harrier, mirar y cabecear. Lo hace así en el córner de Riquelme y la mete abajo entre un desfiladero de piernas y manotazos. "Es el Mundial de la pelota parada" repite el vecino del octavo tras un loco festejo. Y, al parecer, ya habría una propuesta del representante de los Estados Unidos en la FIFA para que el fútbol se juegue solamente con pelotas paradas. "Mi idea -explica John Hailey Larson- está inspirada en el béisbol, apuntando a un juego más estático y cerebral. Se pintarían marcas similares a la del penal en las cercanías del área grande y pateadores especializados, lanzarían centros a los restantes contendientes". La propuesta, extravagante, aparece como fascinante y preservaría a los jugadores de la fatiga que produce correr permanentemente.

Por fin el disidente Gervasio Contreras, que se ha mantenido callado (salvo algunas módicas dosis de veneno tras el partido con Holanda) puede descargarse. "Yo dije -repite, amargo- que este equipo era una mentira, que al pibe Messi lo habían inflado los periodistas, que lo único que tiene Pekerman es suerte y que Riquelme es otro engaño al igual que el Pato Abbondanzieri, que apenas recibe un golpe ya se lesiona". Nadie tiene ánimo para contestarle. Entonces Contreras la culmina. "Como ese otro fraude -señala- que fue siempre Maradona, un jugador mediocre que sólo se destacó porque jugaba en un fútbol muy lento".

Hay alguien que dejó la vida en cada partido, que palpitó en los 120 minutos como si fuera el último (y fue el último). "¿Tevez? ¿Mascherano?", preguntamos todos. "No -dice don Aldo, el portero-, el viejito que en el parque de acá enfrente vende banderas y gorritos de Argentina". Posiblemente, cuando se habla de los intereses comerciales que se mueven en torno al fútbol, nadie se acuerda de este hombre que ya se apresura a cambiar sus productos por barriletes, ojotas y empanadas turcas.

Hay movimientos inquietantes en el parque, frente a nuestro balcón. Un grupo de señoras autodenominado Discípulas de la Nueva Inquisición comienza a juntar leña para erigir una hoguera. Acusan a la Hermana Rosa de bruja y quieren verla retorcerse entre las llamas. Ya la habían denunciado por consumo de estupefacientes cuando la Hermana recibió los hongos alucinógenos de parte de Huevo Morales, el pariente lejano del presidente de Bolivia. Paradójicamente, ahora, que por primera vez la mentalista fracasa en su pronóstico (auguró un triunfo argentino), lo que desmentiría su capacidad de bruja, surge el fanático reclamo por su cabeza. "El mismo error -dice la pitonisa, atisbando detrás de una persiana- cometieron con Juana de Arco". Luego agrega, dramática: "A las grandes mujeres se nos juzga por nuestros errores pero, en realidad, se nos condena por nuestra grandeza". Cuando oscurece se ve, desde el balcón, una caravana de antorchas que se acerca, atravesando el puente Rosario-Victoria, hacia nuestro departamento. Pero, de repente, la Hermana, hace un gesto cabalístico con la mano y se desvanece en el aire.

 

 

   

Roberto Fontanarrosa

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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