Otra vez el sufrimiento en los cuartos de final. Otra vez, la lotería de los penales para premiar a un equipo con el pase a semifinales, y otra vez, el sueño frustrado de Inglaterra. Recién en la 'serie de la muerte', Portugal pudo deshacerse del equipo de Sven Goran Eriksson, que jugó desde los 17 minutos del complemento con un hombre de menos. Al árbitro argentino Horacio Elizondo no le tembló el pulso para mostrarle la roja a Wayne Rooney tras un duro pisotón a Ricardo Carvalho. Las manos del arquero Ricardo, que atajó los penales de Lampard, Gerrard y Carragher, le permitieron a los lusitanos vengarse de la derrota ante los ingleses hace 40 años en el Mundial del '66, y meterse por segunda vez en la historia de la Copa del Mundo en semifinales. Antes, fueron 120 minutos cargados de tensión y dramatismo, pero con muy poco juego. Muy pocas veces en el partido Eriksson le faltó el respeto a los lusitanos en ataque, lo que derivó en un partido muy disputado en el mediocampo. Inglaterra, con dos líneas de cuatro y un solo delantero, pocas veces llegó con peligro al arco defendido por Ricardo. En la más clara, abajo el arco, Joe Cole la tiró por encima del travesaño. En los primeros minutos del complemento, llegaría el peor momento de Inglaterra. A los 6 David Beckham se fue lesionado, y diez minutos más tarde, Elizondo expulsó a Rooney por una fuerte falta a Carvalho, ayudada con un posterior empujón a Cristiano Ronaldo. La respuesta inglesa, sin embargo, fue notable. Eriksson envió al campo a Peter Crouch y, con el larguirucho delantero del Liverpool como pivote, Inglaterra trató de llevar la iniciativa. Pudo marcar con Lennon, que había ingresado por Beckham, tras un rechazo de Ricardo a un disparo de Lampard. Los ingleses a puro coraje, se volcaron sobre el arco luso, pero no encontraron el camino. Portugal tampoco supo explotar su superioridad llegó el suplementario. Y en ésta, la selección portuguesa no fue capaz de aprovechar el cansancio inglés, no tuvo más recurso que los lanzamientos desde fuera del área y no llevó demasiado peligro a la meta de Robinson. Como en la Eurocopa '04, todo se decidió en los penales. Portugal estuvo más certero y gracias a las manos de Ricardo, está entre los cuatro mejores de la Copa. |