Goleó y no dejó dudas, pero cómo olvidarse del regalo del árbitro español Luis Medina Cantalejo, cuando en tiempo adicional imaginó un penal con el que Totti le dio el pase a cuartos ante Australia. Italia estaba con un jugador menos y apostaba a los penales para avanzar. La Italia eterna dio otra vuelta de tuerca a su extraña forma de mantenerse con vida y ayer borró a Ucrania, acertando en los momentos precisos y una buena dosis de suerte en su propio arco. Italia parece haberse aliado con la suerte en el Mundial, fiel a su buena estrella. Los "azzurri" siguen ligados a la buena suerte que los acompaña desde que ganaron el Mundial de 1934 con la presunta, aunque nunca comprobada, "ayuda" de los árbitros. Después de aquel triunfo tuvo siempre una buena relación con la fortuna, como cuando clasificó para la segunda fase en España '82, con tres puntos, después de tres empates, y entrar por mejor diferencia de goles en la segunda fase, para luego ganar el título. En Estados Unidos, los "azzurri" clasificaron como uno de los mejores terceros, para luego llegar a la final. Guiños del destino, que se repiten en Alemania. ¿Sólo cuestión de suerte? |