"Pirlo es nuestro director de orquesta. Sus pies hablan por él", lo alabó el técnico Marcello Lippi. El jugador del Milan es una especie diferente. "Pirlo es un genio", lo elogió Johan Cruyff. Pirlo siempre destacó como un jugador técnico, con un excepcional dominio del balón y una gran visión de juego. Pero en los últimos tiem-pos añadió a ello una gran capacidad defensiva que le permite jugar como un volante completo. "Es como un Zico por delante de la defensa", resumió el técnico brasileño Carlos A. Parreira. Otros lo comparan con un base de básquetbol. Sus pases de más de 50 metros son precisos, sus remates de larga distancia son duros y en la gambeta parece que el balón se pega a su pie. "Cuando veo a Andrea con el balón me pregunto si yo mismo debo definirme como futbolista", aseguró su compañero Gennaro Gattuso, un luchador incansable que admira de su amigo su técnica y su inquebrantable fe en el triunfo. "Con Pirlo, Brasil ganaría cada Mundial", señaló el brasileño Rivaldo. Disfruta de la titularidad en la "squadra azzurra" y los elogios . No le importa. "Ahora estamos acá para ser campeones", señaló Pirlo sin que suene arrogante. Y es que al margen de ser un excepcional futbolista, es una persona sencilla. En lugar de pasearse con espectaculares modelos por las fiestas más de moda de Milán, prefiere pasar las tardes con su esposa Debo-rah y su hijo de tres años Niccolo, quien le pidió un gol ante Ghana, y el padre cumplió. Pirlo no quiere revelar ahora cuál es el deseo de su hijo para el partido de hoy ante Ucrania, porque prefiere primero hablar con los pies. |