| Italia y Ucrania definirán hoy en Hamburgo en las semifinales del Mundial acuciados por los problemas para construir una sólida defensa, una paradoja dado que antes del torneo esa era precisamente la línea del campo mejor cubierta. Marcello Lippi, técnico italiano, no puede contar con el sancionado Marco Materazzi y con el lesionado Alessandro Nesta, lo que convertirá a Andrea Barzagli en el compañero del veterano Fabio Cannavaro en el eje de la defensa. "Barzagli es joven, pero frío y fuerte. Y todos lo ayudaremos", afirmó Nesta, quien presenta un desgarro en un aductor. El técnico de Ucrania, Oleg Blokhin, sigue teniendo en duda al central Vladimir Yezerskiy, lesionado, aunque al menos recuperó a Andrei Rusol. Rusol y Vladislav Vashchuk ocuparían estarían como defensores centrales, con Andrei Gusin como "perro de presa" para uno de los delanteros italianos. Blokhin tiene también problemas arriba con la baja de Andrei Voronin, lesionado. Al menos, al técnico le queda el consuelo de saber que su estrella Andriy Shevchenko se siente cada vez mejor después de superar una lesión que a punto estuvo de impedirle jugar desde el inicio del torneo. La otra ventaja que buscará Ucrania será que los "azzurri" están acuciados por diversos problemas externos, como el juicio sobre corrupción en el "calcio", que comenzó ayer, y que su ex jugador Gianluca Pessotto se debate entre la vida y la muerte después de intentar suicidarse. La ventaja italiana puede estar en su fortaleza mental, que hasta ahora les permitió apartar los problemas, y sus recursos ofensivos. Ambos equipos se midieron justo antes del Mundial en un amistoso que terminó en empate sin goles. El mismo resultado parece improbable hoy dados los problemas defensivos de ambos. | 
