Alemania y Argentina será un encuentro para alquilar balcones. Nadie duda de que será así. Menos que el Olímpico de Berlín, y cada rincón de los dos países, se transformarán en una verdadera madeja de nervios. A las 12, comenzará a escribirse esta nueva historia. Una historia que ya tiene dos finales mundialistas, una para cada lado, y que en las estadísticas señala que desde 1958 jugaron 10 partidos, de los cuales los argentinos ganaron 4 y perdieron 3. Bien en lo contemporáneo, desde el '90 a la fecha, Alemania tiene una ventaja de 2-1, con dos empates en los últimos enfrentamientos (2-2 en la Copa de las Confederaciones y 2-2 en un amistoso en Dusseldorf) Para conocer mejor a unos y otros, aquí algunos detalles de uno y otro, con parecidos y diferencias. Similitudes I: Argentina y Alemania jugaron cuatro partidos, clasificaron primeros a los octavos de final, convirtieron diez goles y sufrieron apenas dos. Son equipos a los que les gusta mucho el arco de enfrente y que se cuidan muy bien que no "caiga" el propio. Similitudes II: Los dos mostraron la mejor cara de la Copa, los alemanes en octavos, frente a Suecia, los argentinos en el segundo partido del grupo, con la mayor goleada contra Serbia y Montenegro. Similitudes III: Los dos equipos saldrán a hacer el desgaste desde el primer minuto. Nadie esperará, se disputarán el protagonismo. Diferencias I: Alemania tiene algunas deficiencias en la última línea, sobre todo por el lado de los marcadores centrales -Metzelder y Mertesacker-, muy lentos y pesados. Por el sector derecho Arne Friedrich tiene muchos problemas, y la antítesis está por el izquierdo, con un Philipp Lahm en llamas. En cambio, Argentina no ha tenido mayores problemas en la defensa, salvo el mal partido de Scaloni y Heinze frente a México. Además, Ayala es el mejor zaguero de la Copa. Diferencias II: En la zonamedia, la dupla Torsten Frings-Michael Ballack es la encargada de manejar los hilos. El medio alemán es sumamente dinámico, y como han dicho algunos técnicos, "te comen en todos los sectores". Los primeros 15 minutos para los germanos son fundamentales: salen como fieras enjauladas en busca de marcar la diferencia. Argentina tiene menos vértigo pero lo contrarresta con la tenencia de la pelota, que se intensificaría con la entrada de Lucho González. La clave puede estar en las sorpresas que puedan producir las individualidades, porque los dos se tienen muy estudiados. Una buena: hay más creatividad por el lado argentino. Similitudes IV: En la avanzada tienen cualidades bastante similares, aunque la sociedad Klose-Podolski la metió más que Saviola-Crespo (7 contra 4). Ambas ofertan velocidad, precisión y efectividad. Claro, Argentina no tiene defensores tan pesados como los alemanes. Así todo hace pensar que el negocio para Argentina estará a ras del piso, llegar hasta las barbas de Lehmann; y para Alemania en la altura y quizá desde media y larga distancia. |