| La selección italiana está puesta a prueba. Por si preocuparse por los rivales no fuera suficiente, los "azzurri" están teniendo que asumir malas noticias en el Mundial. Corrupción, lesionados, sancionados fueron el día a día del equipo. Ahora llegó el intento de suicidio de Gianluca Pessotto, ex futbolista y actual mánager de la Juventus, quien vistió 22 veces la camiseta "azzurra". "Fue un día difícil, una noticia terrible. No hay palabras para describir cómo nos sentimos", aseguró Angelo Peruzzi, el arquero suplente de Italia. El ex jugador había estado cuatro días antes en Duisburgo, donde se aloja la "squadra a-zzurra" durante el Mundial y mantuvo reuniones con los futbolistas de la Juventus. Pessotto, quien se encuentra en coma farmacológico, es un personaje apreciado dentro del mundo futbolístico italiano, que lo apodó "el profesor" por su aspecto y maneras de intelectual. "Lo vi hace cuatro días, y estuvo simpático, como siempre. Es una persona excepcional. Desafío a que alguien que comente algo malo de él", aseguró Peruzzi. El defensor Alessandro Nes-ta no compartió nunca vestuario con él, pero igual recibió la noticia como un mazazo. "Sólo podemos desear que pueda solucionar los problemas que tenga", afirmó Nesta. De hecho, dos ex compañeros suyos en la Juventus, Alessandro del Piero y Gianluca Zambrotta, viajaron a Turín. Con el día libre concedido por el técnico Marcelo Lippi, volaron en un avión privado, hicieron una visita relámpago al hospital y regresaron a la concentración. Son los jugadores de la Juventus los que más se tienen que proteger del "entorno", aunque en general toda la selección italiana sangra por otra de las heridas del fútbol italiano, como es el escándalo de corrupción, cuyo macrojuicio comenzará hoy en Turín. Para completar el explosivo cóctel alrededor de la selección, Lippi tiene que hacer malabares para completar el equipo que mañana enfrentará a Ucrania. Tiene lesionado a Nesta, quien espera volver en las eventuales semifinales, y suspendidos a su reemplazante Marco Materazzi, por un partido, y a Daniele De Rossi hasta la posible final. Pero, Italia sigue ganando. No mostró un juego espectacular, no convenció, no enamoró, pero avanza en el torneo. Su caparazón aguanta todas las pruebas. | 
