A pocas horas de que se cumplieran 20 años de la conquista de México 86 , el máximo responsable de esa gesta gloriosa desembarcó en el búnker argentino para cenar y darle apoyo al plantel. Diego Armando Maradona no es ni más ni menos que el amuleto de la suerte de este equipo de Pekerman que mañana se jugará un partido trascendental. Desde que arribó a Alemania, el "10" se mantuvo cerca del plantel, antes de todos los partidos les ofreció una arenga en el vestuario y desde la tribuna fue el más ferviente de los hinchas. Ayer cayó de sorpresa y compartió una cena con los jugadores, les deseó suerte y les ofrendó algunos consejos, sobre todo sabiendo la basta experiencia que tiene Diegote en choque con los germanos. Antes, los 23 jugadores realizaron un entrenamiento a puertas cerradas, donde Pekerman siguió jugando a las escondidas. Durante la práctica sólo hubo ejercicios tácticos en grupos, pero nada de fútbol. Entonces:Lucho González: cada vez suena con mayor fuerza su nombre, y el entrenador ya no tendría dudas de mandarlo a la cancha en lugar de Esteban Cambiasso. El volante del Porto trabajó a full en los últimos días, a una especie de todo o nada, y llegaría en buenas condiciones físicas. Lucho será el socio que necesita Riquelme, y Mascherano el encargado de ser la sombra de Michael Ballack. Nicolás Burdisso: su reaparición es realmente incierta. Es que las últimas informaciones no tuvieron en nivel de optimistas que se venía manejando con la recuperación de Nico durante los últimos días. Todavía no pudo participar de tareas con pelota, por lo que está más afuera que adentro. Para colmo, el médico Donato Villani aseguró que aún tiene "alguna molestia" en su rodilla derecha. Se abren nuevas chances para Fabricio Coloccini y Lionel Scaloni, y este último correría con ventaja. |