| Frank Lampard y su futuro compañero de equipo en el Chelsea, Michael Ballack, tienen algo en común en este Mundial: son hasta ahora los dos centrocampistas con más tiros al arco, Lampard con 21 y Ballack con 18. Pero ninguno de ellos terminó siendo gol. La diferencia es que mientras Inglaterra avanza sufriendo, Alemania brilla, y Ballack es una de las razones. Ballack, de 29 años, no es el creador clásico como lo es Juan Román Riquelme. "Es nuestro motor", lo definió Jürgen Klinsmann, el entrenador alemán, "es el que marca el ritmo y dirige los movimientos, pero desde abajo". La presencia de Ballack en la cancha ha variado. Antes, y en el Bayern Munich, el equipo en el que jugó las últimas temporadas, jugaba más arriba, aprovechando su poder ofensivo, con una alta cuota de gol. En el equipo de Klinsmann juega más retrasado porque necesita estabilizar la defensa. Compromiso defensivo Antes, la línea de fondo era la más floja del conjunto, ahora, desde que Ballack ocupa su nueva función, desde hace tres partidos, no le convirtieron ningún gol. Y sin embargo, el equipo no perdió fuerza ofensiva. "Ballack ha demostrado la importancia vital que tiene para el equipo. Es extraordinariamente disciplinado en su tarea, tiene un lectura táctica del partido que es única para el engranaje del equipo", explica el DT. El propio Ballack no se queja de su nuevo rol: "No soy tan egoísta como para decir que yo también tengo que marcar mis goles. Si los delanteros armonizan tan bien como en estos partidos, bienvenido, significa que uno, como centrocampista, no está tan presionado de hacerlos", explica Ballack. Klinsmann apostó por mucha juventud y el respaldo de Ballack. Hasta ahora no pudo salirle mejor. (DPA) |