Si conocer en detalle el planteo que dispondrá José Pekerman frente a Alemania, hay una certeza: a la Argentina le conviene jugar de muchas formas, menos por arriba. Eso sería una especie de suicidio. Pekerman miró todos los partidos de Alemania, posee grabaciones varias y estaría diagramando la ofensiva criolla. Sabiendo que la escuadra de Jürgen Klinsmann se apoya en dos marcadores centrales estilo patovica, grandotes y pesados, ¿se animará José a mandar a los "duendes" Messi, Aimar y Tevez desde el arranque? Todo hace pensar que no. Pero sí hay posibilidades de que alguno de ellos -y sería Carlitos- salte a la cancha desde el minuto cero. Es que esos chiquitines pueden hacer tambalear a los gigantescos centrales germanos Per Mertesacker -1,96 de altura- y su compañero Christoph Metzelder -1,93-. Que jueguen estos petisos hábiles, rápidos y atrevidos podría provocar que la última zaga alemana se vea obligada a salir, algo que aprovecharían, y muy bien, los volantes argentinos. Claro, Pekerman seguramente no optará por esta opción desde el arranque, pero a medida que pase el tiempo, y sobre todo en un partido cerrado, las chances de los "bajitos" crecerán. No es una novedad que la Argentina choca con un rival que tiene una impresionante solidez defensiva y con una pareja de centrales impasables por arriba, la más alta del mundial. Cualquiera de los centrales le saca más de una cabeza a Tevez (1,68), Saviola (1,69), Messi y Aimar (ambos con 1,70). Pero como la pelota se juega por arriba y por abajo, es allí donde Argentina podría desequilibrar: con los bajitos sacando a pasear afuera del área a los gigantes, o bien para desairarlos o para aprovechar sus espaldas. Aún no hubo prácticas formales de fútbol tras el cotejo del sábado y recién hoy Pekerman parará su posible equipo de cara al choque con Alemania. Especulaciones son las que sobra, y de los tres el único que no entra en ninguna de ellas es Messi. Porque Aimar suena, bastante bajo es cierto, como una posibilidad en el carril izquierdo para ayudar en la conducción a Riquelme; y el "Apache" es una deseada opción, aunque parezca poco probable que Saviola o Crespo resignen su lugar. De todas formas, ese combate de David(es) contra Goliat(es) se podrían plantear en el segundo tiempo. Ya los sufrieron los mexicanos. Los tres "duendes" -más Saviola- pueden convertir la noche de Berlín en un hermoso amanecer. |