| La primera ronda del Mundial fue más que suficiente para confirmar la clase de fenómeno que es Kaká, al que algunos compañeros ya lo consideran una referencia del medio campo brasileño. El mediocampista ofensivo del Milan, de 24 años, ha respondido hasta el momento con creces a las expectativas que se tenían de él previo al Mundial, el segundo de su carrera, pero el primero en que sale como titular indiscutible. Kaká sabe que de él, así como de Ronaldinho, dependerá en buena medida la suerte del pentacampeón mundial en Alemania. "Estoy muy contento por poder jugar mucho más en este Mundial. El de 2002 fue bueno para mí porque gané experiencia; ahora es una realidad''. Kaká sacó la cara por el 'cuadrado mágico' y por Brasil en el primer partido frente Croacia, en que marcó el gol de la sufrida victoria 1-0. Y fue una anotación con la marca de Kaká: tomó un pase al borde del área, se abrió con elegancia entre varios defensores y fusiló con un zurdazo al arquero croata. Kaká odia que le hablen del 'cuadrado mágico' y prefiere tratar a la selección como un todo. "Crearle más presión a un sector específico del equipo o a jugadores emblemáticos no es saludable'', manifestó. En el mundial de Corea-Japón, Kaká tenía 20 años y era el niño mimado del equipo. Allí le tocó esperar y ver desde el banco como Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Cafú y Roberto Carlos se echaban la 'seleçao' en sus hombros. Brasil terminó ganando su pentacampeonato. Ahora el centrocampista, con su gran empuje, resistencia y buen dominio del balón, es uno de los que tiene la responsabilidad de llevar a Brasil a su sexto título. | 
