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Domingo 25 de Junio de 2006
 
 
 
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  Fútbol, bronca y juego caliente
Portugal pasó a cuartos de final en un partido emotivo, pero muy violento.
 
 

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Portugal se clasificó para cuartos de final tras al derrotar 1-0 a Holanda, en un partido de extrema dureza, en el que hubo cuatro tarjetas rojas y 16 amarillas, todo un record en la historia de los Mundiales.

Portugal, que acabó el partido con nueve hombres por las expulsiones de Costinha y Deco, ganó gracias a un gol de Maniche en el minuto 23, ante un equipo holandés que también terminó con dos menos, Bouhlarouz y Van Bronckhorst.

Si se hablaba de revancha entre holandeses y portugueses después de que los lusitanos hubieran eliminado a la 'Oranje' en semifinales de la Eurocopa 2004, el partido se convirtió en una batalla de malos modos, empujones y entradas terroríficas por ambos lados en el espectáculo más violento en lo que va del Mundial.

Pero la batalla ha pasado una dura factura a Portugal, que no podrá contar ante Inglaterra, su rival en cuartos de final, con los expulsados Deco ni Costinha, ni posiblemente tampoco con Cristiano Ronaldo, que recibió una dura entrada en el muslo en el minuto 7 y tuvo que dejar la cancha en el 32, con su muslo muy inflamado.

El tanto de Maniche llegó a los 23, al resolver una jugada personal dentro del área, tras recibir de Pauleta, en la que se deshizo de dos defensores y con la derecha colocó el balón pegado al palo izquierda de Van der Sar.

Pero el gran protagonista fue el juego duro. El árbitro ruso Valentín Ivanov debió haber expulsado a más de un jugador en la primera parte, y al final acabó echando a Costinha, por cortar un avance con la mano, aunque antes hizo un par de entradas de espanto. Después expulsaría al holandés Bouhlarouz, en el minuto 17 del segundo tiempo, por golpear con el codo a Luis Figo, lo que le valió la segunda amarilla, después de haber recibido la primera por la durísima entrada a Cristiano Ronaldo.

Con un jugador más, los holandeses fueron por el empate desde el comienzo del segundo tiempo y en el minuto 3 Philip Cocu estrelló el balón en el travesaño. Los holandeses, confiados en su superioridad numérica, se lanzaron al ataque, y llegaron con facilidad al arco portugués, pero el equipo luso aprovechó para lanzar peligrosos contragolpes, que también llevaron peligro a Van der Sar.

Pero después llegaría la expulsión de Bouhlarouz, que equiparó el partido, antes de la de Deco y de Van Bronkhorst, en el descuento. Pero cuando llegaron esas últimas expulsiones, hacía ya un buen rato que el fútbol se había ido de Nuremberg.

 

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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