| España disparó de todos los ángulos. De lejos, de cerca, de pelota parada y de cabeza. Pero sólo Juanito venció al arquero Mabrouk Zayed, y fue suficiente para derrotar ayer a Arabia Saudita, por 1 a 0. Los españoles ya tenían asegurado el boleto a los octavos de final, pero este triunfo les garantizó el primer lugar del Grupo H y enterró las esperanzas sauditas. España, invicto en sus tres salidas con ocho goles a favor y uno en contra, cerró una primera ronda impecable. Los españoles salieron a la cancha con un equipo plagado de jugadores que no son titulares, dejando en el banco a Fernando Torres; David Villa; Xabi Alonso; Xavi; Carles Pu-yol, y Iker Casillas. Pero los actores de reparto del equipo rojo fueron muy superiores a los protagonistas de Arabia Saudita, agrupados atrás para soportar el vendaval. Cesc Fábregas fue un dolor de cabeza para la defensa saudita, con acertados pases a su compañero José Antonio Reyes y a Joaquín, quien se cansó de rematar sin éxito al arco rival. Joaquín llamó la atención a los 16 minutos, con un potente remate desde la medialuna que apenas se fue por arriba del travesaño después de una buena triangulación con Raúl. España desbordó a su antojo, hizo buenas jugadas, y lo único que le faltó fue puntería, y otro arquero que no fuera Za-yed, lo mejor de los sauditas. Cerca de la media hora, una combinación de Andrés Inies-ta, Fábregas y David Albelda terminó en un cañonazo del último que desvió el arquero. Zayed no se había recuperado del susto cuando tuvo que sacar por encima del travesaño un balazo de Joaquín. El gol de España parecía cuestión de tiempo y llegó a los 36 minutos. Juanito, de cabeza, puso el 1 a 0. En el complemento, España siguió dominando, aun-que sin apabullar. A la hora de juego, España se apagó. Su rival lo aprovechó bien y llegó un par de veces hasta el arco de Santiago Cañizares. Aragonés quiso despertar a la hinchada española con la entrada de Fernando Torres. Sin embargo, todo quedó eso. España siguió cansina, gris, e incluso concedió oportunidades a un rival que reclamó hasta dos penales. Los suplentes de la "furia" terminaron aburriendo. Mientras, los titulares esperan ansiosos el partido de octavos, que se presenta más apasionante que el de ayer. | 
