Alemania Occidental había ganado el Mundial previo en Suiza, en lo que representó el comienzo de la recuperación alemana de los estragos causados por la era nazi . Los problemas empezaron ya antes del partido, cuando los organizadores suecos se negaron a darle asientos a los aficionados alemanes. Los suecos cedieron sólo cuando Alemania amenazó con retirarse del torneo. Durante el partido, Alemania tomó la delantera a los 34 minutos. Diez minutos después Suecia empató. Los alemanes dicen que hubo dos incidentes en el complemento que marcaron el rumbo del encuentro. En el primero, el árbitro, quien era húngaro, expulsó a un alemán. Los germanos le habían ganado a Hungría la final de 1954 y creen que eso puede haber incidido en la expulsión. Con el capitán alemán Fritz Walter, quien jugaba su último partido para su selección, en una pierna (en esa época no se podía reemplazar jugadores) Alemania no pudo impedir que Suecia anotase dos goles más y avanzase a la final, en la que perdió con Brasil y su astro naciente Pelé, de 17 años. El revés dejó un sabor tan amargo que los alemanes no se presentaron al banquete de despedida.A raíz de ese partido, no hubo contactos deportivos entre los dos países por más de diez años. Cuarenta y ocho años después del tenso choque en Goteburgo que dejó tantas secuelas, exactamente el mismo día, el 24 de junio, los dos equipos vuelven a encontrarse en un Mundial. |