Sufrió, pero la lógica que se desprende de su fútbol y por los pergaminos de sus jugadores, no podía quedar afuera de los octavos de final. Francia terminó con el duelo que arrastraba desde el 2002, al superar a Togo por 2 a 0, resultado que le alcanzó para llegar a la próxima ronda. La maldición que pesaba sobre Francia, pareció extenderse en la primera parte. El gol se le negó una y otra vez. En la primera, cuando iban sólo tres minutos. David Trezeguet, que estaba entre los titulares por primera vez en el torneo, remató desviado desde una buena posición. Casi a continuación, un centro de Ribery, encontró la cabeza de Trezeguet, pero el disparo fue rechazado por Agassa, que comenzaba a ser figura. De a poco, Togo fue saliendo de la asfixia que le provocó el torbellino francés. Las apariciones de Kader por derecha y de Adebayor por la izquierda de la defensa gala, trajo algo de preocupación para Barthez. Fue sólo un lapso. El monólogo francés continuó atosigando el arco togoleño. La ansiedad aumentó cuando a Colonia llegaron noticias desde Hannover de que Suiza se adelantaba a Corea. Pero los jugadores nos se contagiaron de la efusividad de los 'blues' y se fueron al descanso carentes de gol. La sequía pareció continuar en los primeros minutos del complemento, pero a los 9, Ribery armó una gran jugada entrando al área, cedió para Vieira, que con mayor puntería de la que había tenido sus compañeros, infló la red togoleña. El postergado desahogo le cayó bien a Francia que encontró diferencia con un gol de Henry. Francia sufrió más de la cuenta para alcanzar la siguiente ronda, pero en la última chance que tenía para enterrar el fantasma de Corea-Japón no falló. Ahora estará ante España el 27 en Hannover intentando quedar como uno de los ocho mejores equipos del Mundial. |