A los australianos no les asusta la idea de enfrentar a Brasil, su próximo rival en el Mundial. "No tenemos nada que perder'", dijo Graham Arnold, ayudante del técnico Guus Hiddink. "Sorprendimos a todos con nuestra victoria, especialmente la forma en que rematamos el partido. Brasil va a tener que cuidarse de nosotros". Cuando se le preguntó si tenían alguna posibilidad ante los pentacampeones, el volante Luke Wilkshire respondió que "por supuesto". "En el fútbol todo es posible, lo hemos visto muchas veces. Con el talento y las ganas que hay en nuestro equipo, todo es posible", insistió. "Peleamos los 90 minutos y no nos guardamos nada. Tenemos buenos atletas", señaló Arnold. Los australianos dicen que su buen estado físico es una de las razones por las que pudieron dar vuelta el partido con Japón en los minutos finales, en un día muy caluroso. "Hemos investigado mucho el tema de la recuperación física y trabajado mucho en ello. Nuestros muchachos se han repuesto muy bien", indicó Arnold. Una preocupación que tienen los australianos es la amonestaciones de John Aloisi, Tim Cahill, Vince Grella y Craig Moore. Cahill, quien viene de una lesión y entró en el segundo tiempo, anotó dos goles ante Japón y Aloisi el tercero. "Ellos van a querer jugar contra Brasil, es una experiencia fantástica", comentó Guus Hiddink, el entrenador. (AP) |