Ayer, el 'cuadrado' tuvo dos vértices: Ronaldinho y Kaká, que marcó el único tanto del partido. Martes y 13, pero se necesita bastante más para que Brasil tropiece en el fútbol: ayer, con medio 'cuadrado mágico' funcionando y la otra mitad ausente sin aviso, los pentacampeones dieron el primer paso en el Mundial con el resultado que todos esperaban: victoria. La estrella fue Kaká, un premio merecido para un jugador de fútbol de fábula, pero habitualmente opacado por la fuerza mediática de Ronaldo y Ronaldinho. La gigantesca figura del 'Emperador' Adriano fue en la noche del Estadio Olímpico de Berlín la de un mero cortesano: a los 29 minutos del segundo tiempo, sólo frente al arco, le perdonó la vida a Pletikosa. Esa fue la mejor síntesis de su olvidable noche. En el 'cuadrado' sólo Ronaldinho, sintonizó ayer el canal por el que Kaká había decidido emitir su fútbol. Otro dato alcanza para graficar que el cuadrado funcionó al 50 por ciento: la primera jugada de peligro protagonizada por Ronaldo llegó a los 11 del segundo tiempo, con un potente disparo que pasó cerca del travesaño de Pletikosa. Trece minutos después Robinho entraba en su lugar. La fuerza ofensiva de Brasil comenzaba, como siempre, en sus laterales, que funcionaron a la perfección en su doble vertiente de cobertura defensiva y ambición por el arco contrario. Fue de hecho en uno de ellos que nació el gol. Fue vital el capitán Cafú y sus fuertes galopadas por la derecha: una de ellas terminó en el 1-0 de Brasil. Kaká recibió el balón frente al área, en la medialuna. Sus dos marcadores parecieron paralizados, y Nico Kranjcar fue espectador privilegiado de cómo el brasileño clavaba el balón en la red croata. El partido tuvo matices.El riesgo se alternó en ambas áreas, pero los últimos diez minutos fueron de ataque croata, que estuvo muy cerca del empate. (DPA) |