| Para los polacos es una cuestión de "todo o nada", como reconoce su director técnico Pawel Janas. Después de la derrota ante Ecuador por 2-0 está obligado a evitar un nuevo fracaso si quiere seguir en el Mundial. Una nueva derrota y estará prácticamente fuera. Alemania, por su parte, tiene que confirmar que es mucho más que el triunfo de 4-2 sobre Costa Rica, en el que presentó una defensa muy frágil. Una nueva victoria y podría estar ya en octavos de final, en caso de que Ecuador derrote a Costa Rica mañana en Hamburgo. El clima previo se presenta un tanto hostil. Miroslav Klose, goleador alemán nacido en Polonia, conoce a sus ex compatriotas: "Se nos echarán encima con cuchillos entre los dientes", pronosticó. El entrenador Jürgen Klinsmann pide a su equipo que "desde el primer segundo de juego desarrolle una agresividad positiva". Pero el capitán del equipo polaco, Jacek Bak, advirtió: "El equipo tendrá que mostrar que somos verdaderos hombres". Con mucho en juego Contra Ecuador, los polacos cometieron apenas ocho faltas y no fueron amonestados. "Contra Alemania debemos mostrar lo que tenemos", exigió Bak a sus compañeros. Alemania recupera para el partido a su capitán Michael Ballack, que superó una lesión muscular en la pantorilla que lo había dejado fuera del partido inaugural del Mundial. Tim Borowski deberá volver al banco. Por lo demás, Klinsmann no está obligado ni dispuesto a hacer otros cambios y volverá a confiar en su dúo polaco en el ataque. Además de Klose, también Lukas Podolski nació en Polonia y mantiene una estrecha relación con su país de origen. Polonia por su parte, es una incógnita ya que su técnico Janas mantiene un hermetismo total de sus planes. Sin embargo, es probable que presente un equipo con mayor poder ofensivo que ante Ecuador, moviendo a Ebi Smolarek del centrocampo al ataque. Polonia necesita espantar las sombras que le acechan, la del fracaso del Mundial de Cora-Japón, cuando se fue del torneo anticipadamente. Alemanes y polacos se juegan la clasificación. | 
