| Era de esperar. Que Lionel Messi no jugará ni siquiera un minuto en el debut deja de ser negocio para muchos. Con apenas 18 años, el pibe es conocido en todo el planeta, las empresas más importantes lo hicieron suyo y los medios lo piden a gritos. Ayer comenzaron a correr los rumores sobre su malestar por no haber jugador frente el sábado. Pero Lionel descartó estar enojado con el DT, y José Pekerman salió a explicar que "Leo" quizá "pueda estar algo frustrado" pero "es un chico y hay que llevarlo de a poco". El delantero, con algunas muestras de fastidio, aclaró que "sólo pienso en practicar como lo hago todos los días intentando hacer lo mejor para cuando Pekerman decida si puedo jugar". Más tarde mostró el espíritu del grupo: "ojalá cuando me toque entrar, si me toca, me salgan bien las cosas. Y como decimos siempre lo importante es que se ganó, por lo que el grupo está muy bien". También confesó que "estoy bien, me encuentro muy bien. Tenía ganas de jugar pero no se pudo. Ahora viene otro partido y espero hacerlo". Luego negó que el DT le haya dado explicaciones acerca de por qué no lo puso frente a los africanos. "Todas las conversaciones son con el grupo". La "Pulga" espera su momento. Está ansioso y se desvive por jugar frente a Serbia y Montenegro. Claro, luego del partido del sábado, y analizando cómo respondió el ataque argentino, todo hace pensar que el rosarino continuará en el banco. No lo ha dicho, y seguramente no lo dirá, pero a Messi le sorprendió no haber sido el primer cambio en el cotejo con los marfileños. Pekerman se inclinó por Palacio para sustituir de Crespo, y eso le llamó la atención. Ayer tuvo una gran alegría, cuando vio entrar por la puerta del cuartel general argentino a Diego Maradona, su ex esposa y su hija menor Gianina. El "10" tiene devoción por el puber de Barcelona. Lo considera su heredero y -así lo dijo- quien debería llevar la camiseta con el número que inmortalizó en México '86. "Es un chico con coco (cabeza), con los pies en la tierra. Me encanta cuando gambetea a uno, a otro... y se va por el tercero. Y luego define bien o pasa la pelota al compañero mejor situado", analizó el astro. Claro, no sólo Maradona pide por Messi. Los 20.000 argentinos que asistieron al estadio de Hamburgo para el debut lo ovacionaron apena lo vieron. A quién no le gustaría ver en la cancha por qué este adolescente viste con su rostro gigantográfico un enorme edificio, por qué en nuestro país monopolizó las publicidades de televisión de grandes empresas relacionadas con el Mundial. Pekerman, entendido en esto es tratar con estrellas juveniles, también sufre por el caso Messi: el domingo discutió con un hincha que le reclamó por la presencia del querubin. Con Maradona se conocen poco, pero se tienen un aprecio especial. Algunos dirán que es el afecto que profesa un maestro a su heredero... Lo cierto es que ayer Diego visitó nuevamente al plantel, y conversó con Lionel . Desde su arribo a Alemania, el astro del fútbol mundial se convirtió en una suerte de gurú para este equipo que el viernes se enfrentará con Serbia y Montenegro. Los muchachos de Pekerman se mueren por compartir horas de charla con el "10", y ayer pudieron hacerlo durante el almuerzo, en medio de platos de ensaladas y pastas. Maradona arribó al hotel de Herzogenaurach en forma sorpresiva, una de sus marcas registradas. Los jugadores se enteraron unos minutos, y fue a su encuentro Juan Pablo Sorín. Todos están encantados con la cercanía con Maradona, y uno de los más influenciados por su presencia es Lionel Messi. El jueves el plantel esperó en vano la visita de Maradona, que les dio la primera sorpresa el sábado antes del partido, cuando lo encontraron en el vestuario. No hay dudas, hay un nuevo amuleto en Argentina. | 
