Las ciudades de Río Negro y Neuquén amanecieron ayer con profusión de banderas argentinas exhibidas a granel. Es que la ceremonia inaugural del mundial de fútbol en Alemania sirvió a gran parte de la población para expresar su grado de "argentinidad". Casas particulares, oficinas públicas, negocios y hasta los rostros de los chicos se convirtieron en espacios adecuados para lucir la celeste y blanca . En el último caso, fueron las escuelas del turno mañana las que destinaron un esfuerzo extra para garabatear en los cachetes de los niños y niñas la bandera nacional. La sorpresa corrió sólo por cuenta de los padres despistados que los recibieron al mediodía a la salida del turno mañana. A la angustiada frase: "¡Qué te hicieron en la cara!" correspondió la tajante respuesta infantil: "¡Pá, no te diste cuenta que arrancó el Mundial!". El tradicional vértigo en las ciudades que va de 11 a 12 se disipó en forma notable. El tránsito cayó a su mínima expresión, y a las 11.30, con el inicio de la ceremonia en Munich, el tiempo pareció congelarse en calles semivacías. |