| La selección nacional de fútbol de Ucrania fue ayer la última de las 32 en llegar al Mundial de Alemania. El equipo encabezado por el recuperado atacante Andrei Shevchenko aterrizó en el aeropuerto berlinés de Tegel. Ucrania, que debuta en un Mundial, llegó procedente de Luxemburgo, donde antenoche disputó su último amistoso. Los ucranianos vencieron a Luxemburgo, por 3 a 0, en un partido donde mostraron un buen funcionamiento colectivo y el poder ofensivo de Shevchenko. Los jugadores y cuerpo técnico ucranianos se trasladaron a su cuartel en Potsdam, donde los estaba esperando el primer ministro del estado de Brandemburgo, Matthias Platzeck. La selección ucraniana fue la última en llegar, pero curiosamente el primer equipo europeo en sellar su pase directo para Alemania, donde se producirá su debut en el Mundial. El ascenso de esta selección comenzó con la llegada a la dirección del equipo de Oleg Blokhin, leyenda del fútbol ucraniano, ganador de la Supercopa en 1975 con el Dinamo Kiev, nombrado ese mismo año el mejor jugador de Europa y premiado con el Balón de Oro. Blokhin asumió el mando de la selección en el otoño de 2003 y logró renovar considerablemente el plantel para crear un equipo competitivo en torno a Shevchenko, el delantero del Milán italiano, que lleva años soñando con un Mundial. Pocos tomaron en serio las declaraciones de Blokhin de que Ucrania "sin falta" obtendría la clasificación mundialista y como ganadora del grupo 2 europeo en el que se perfilaban como favoritos Grecia, Dinamarca y Turquía. No obstante, el cuadro de Blokhin, que apostó por la estrategia defensiva y el contragolpe dejó claro que sus ambiciones de grandeza estaban justificadas. El balance de goles marcados y recibidos, 18 contra 7 en 12 partidos, no impresionó, pero demostró la solidez de la zaga ucraniana, en especial de su arquero Alexander Shovkovski. Una de las ventajas de Ucrania es la estabilidad del bloque defensivo. | 
