Pocos futbolistas hay en el mundo más felices que Mariano Pernía, quien ayer se levantó en el cielo después de marcar un gol en el debut con la selección española. "Estoy en una nube y mi familia llora de alegría", aseguró con un gesto tan satisfecho como cansado, señal que durmió poco. El técnico Luis Aragonés le dio la titularidad el miércoles en el partido amistoso jugado en Ginebra, concluido con triunfo español por 2 a 1. A los 62 minutos, con España por detrás en el marcador, Pernía pidió lanzar una falta directa y el balón entró en el arco rival después de pegar ligeramente en el defensor croata Tudor. "Fue un debut muy afortunado. Todo esto es increíble. A mí me cuesta más darme cuenta de lo que está sucediendo realmente porque mi lugar es diferente. Lo vivo desde dentro, muy concentrado en lo mío. Pero mi familia está como loca, saltando y festejando. Es tremendo, aunque creo que lo disfrutaré más cuando lo vea pasado el tiempo", comentó el hispano-argentino. El lateral completó su presentación en sociedad y ofreció un gol, un detalle más entre los miles que le están sucediendo en poco más de un mes, el tiempo que transcurrió desde que obtuvo la doble nacionalidad hasta que fue llamado por Aragonés para suceder al lesionado Asier del Horno. Pero más que el gol, Pernía nunca olvidará la celebración. "Todos fueron a buscarme como locos para abrazarme. Me emocionó realmente. Es la señal de cómo me recibieron estos grandes jugadores. Me cuentan que se vive el mejor ambiente de un grupo en los últimos años, y me lo creo", afirmó. A Pernía, nacido en Tandil, le llegó su momento dorado a los 29 años. Conoció el "otro fút-bol", el de los viajes interminables en colectivo y el de las goteras en el vestuario, pero ahora está entre la elite y disfruta cada momento. Mariano y un momento único: su primer gol con la "furia" en el amistoso con los croatas. |