| Hinchas decepcionados, una racha de lesionados y el escándalo en Italia por la manipulación de partidos enturbiaron ayer el primer día de entrenamientos de la selección italiana en su cuartel general de Duisburgo. En la primera rueda de pren-sa, el técnico Marcello Lippi se sintió en necesidad de dar explicaciones. "No nos escondemos acá y no voy a estar llorando los tres lesionados", resaltó. Se mostró fuerte, pero casi se 'quiebra'. Los cerca de 250 periodistas italianos no le creyeron mucho al entrenador, cuyos jugadores se enfrentarán el lunes contra "una Ghana técnica y tácticamente buena". Los "azzurri" arribaron el pasado miércoles al aeropuerto de Düsseldorf y ni siquiera saludaron a los de 2.000 seguidores que habían ido a verlos. "Seguimos las indicaciones de seguridad", se excusó el vicepresidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Giancarlo Abete, y prometió que "no nos vamos a atrincherar". Lippi escuchaba las preguntas críticas detrás de una fachada de confianza inquebrantable. "Empiezo con entusiasmo mi primer Mundial", señaló el técnico, dando a entender que nada de lo que ocurre en la patria le robará la tranquilidad. El técnico aseguró que es difícil la presencia en el partido con Ghana de los lesionados Gianluca Zambrotta, Gennaro Gattuso y Alessandro Nesta. "Nunca me quejo de las bajas", sostuvo Lippi, para quien lo importante es el equipo y no las individualidades. A diferencia de los hinchas en Italia, a Lippi no le quita el sueño si Francesco Totti, cuyo estado aún no es óptimo, será de la partida contra Ghana. "No tenemos que desesperarnos, sino cerrar filas", exhortó el capitán, Fabio Cannavaro, en vista de las bajas. El turinés seguramente lo señaló pensando también en el escándalo de la manipulación de partidos que, a juicio de Lippi, unió más al plantel. "Por favor, hablemos ahora del Mundial", señaló el entrenador, pidiendo una tregua del escándalo. Sin embargo, las noticias circulan rápido. En Roma, el árbitro Gianluca Paparesta confesó ante el investigador Saverio Borelli que el ex mánager de Juventus, Luciano Moggi, "ejerció una influencia decisiva en la selección de árbitros" en la liga. A pesar del gesto, Lippi aseguró que no se hace problemas por las bajas en el plantel. | 
