Wayne Rooney, cuya recuperación física mantuvo en vilo a la selección de Inglaterra, se reincorporó sonriente a los entrenamientos y compartió con sus compañeros los ejercicios sin dar el menor signo de sentir molestias en el metatarso fracturado del pie derecho. Rooney, la gran esperanza inglesa, golpeó el balón sin problemas y parece tener el visto bueno de los médicos para participar en el Mundial, aun cuando no es probable que pueda hacerlo en el debut de mañana ante Paraguay. El delantero regresó antenoche de Inglaterra, donde se sometió a un escáner para chequera la evolución de su lesión. "El gran hombre ha vuelto a la ciudad", comentó, jocoso, Rooney a su llegada al hotel donde se concentra la selección inglesa. El técnico sueco, Sven-Goran Eriksson, todavía no sabe cuando podrá contar con Rooney, aunque dijo que se conformaría con poder utilizarlo a partir de octavos de final, cuando el Mundial esté en la fase de eliminación directa. Pero el seleccionador inglés Sven-Goran Eriksson tiene un nuevo dolor de cabeza. Ayer Steven Gerrard, acusó molestias en la zona lumbar y ayer apenas pudo moverse con el resto de su equipo. "La espalda me causa problemas desde hace un par de días", dijo Gerrard. "Recibí un golpe en la cadera y desde entonces, tengo afectada la parte baja de la espalda". Rooney regresó y ayer pudo entrenar junto a sus compañeros. |