Oswaldo, de 32 años, viajó a Guadalajara, donde su padre murió, a los 55 años, a causa de un infarto. Rafael Márquez, Pavel Pardo y Jared Borgetti, tres jugadores que pueden considerarse especialmente cercanos a Oswaldo, guardaron un minuto de silencio en señal de respeto y pronunciaron palabras de ánimo al tiempo que reafirmaban su confianza en tener un buen debut mundialista. "Es un golpe duro para el equipo que un integrante tenga una pérdida tan grande", declaró Márquez al manifestar el pésame de la selección a su arquero. El padre de Oswaldo falleció justo en la víspera de que viajara a Europa para acompañar a su hijo, que ha estado dos Copas del Mundo en el banco. Márquez recordó que Felipe tenía "mucha ilusión" ver jugar a su hijo en el Mundial. Por otra parte confió en que Oswaldo esté para el debut ante Irán. |