Nadie va a recordar, en la industria petrolera de Neuquén y Río Negro, este año que está a punto de terminar. El 2009 estuvo signado, en la cuenca local, por los conflictos sindicales, las crisis de las empresas de servicios, la caída (una vez más) de la producción y las reservas, el cierre de las prórrogas de las concesiones, la disminución de los puestos de trabajo y por una tensa negociación entre los gobiernos provinciales, la Nación y las empresas.

La semana pasada el director de Argentina Oeste de YPF, Héctor González, reconoció que el año termina mejor de lo que se pensaba. Tal vez las previsiones de la empresa hispanoargentina fueron muy pesimistas.

El petróleo y el gas mueven la economía neuquina; en Río Negro es, por ahora, un complemento que muchos piensan que puede expandirse. (Ver aparte)

Son, como se ve, realidades bien diferentes porque en Neuquén el petróleo no sólo mueve la aguja de la recaudación (los aportes de Ingresos Brutos de las compañías son enormes) sino también de las regalías, que equivalen a un monto cada vez mayor pero con menos peso en el presupuesto.

Pero además la industria petrolera es la principal fuente de riqueza, con un derrame entre los trabajadores que no tiene otra actividad, debido a los altos, a veces altísimos salarios, que cobran los trabajadores sindicalizados.

Un trabajador que se desempeña en lo que se llama "boca de pozo" puede llegar a cobrar un salario cercano a los 20.000 pesos por mes (con horas extras y gran antigüedad).

La Cuenca Neuquina (abarca Neuquén, el oeste de Río Negro, el sur de Mendoza y el extremo sudoeste de La Pampa) dominó durante años el mercado de los hidrocarburos en Argentina. Pero en los últimos tiempos fue perdiendo protagonismo en la extracción de petróleo, a medida que se consolidaba como el principal productor de gas, cuyos precios quedaron congelados luego de la devaluación (en los hogares, la tarifa sigue sin tocarse).

De Neuquén (que es centro de la cuenca) aún surge el petróleo más liviano del país, el de calidad Medanito, el que tiene prioridad en las refinerías por su rendimiento. Pero la producción ha ido en caída hasta perder el primer lugar a manos de Chubut y estar a punto de disputar el segundo con Santa Cruz.

Para estas dos provincias de la Patagonia austral fue determinante el desarrollo de Cerro Dragón, el yacimiento de petróleo más importante del país que opera Pan American Energy.

Esa sociedad entre la británica BP y Bridas, la empresa de la familia argentina Bulgheroni, tiene poca presencia en el norte de la Patagonia, donde el mercado está signado por YPF, la empresa que durante años fue manejada por la española Repsol y que ahora es gerenciada por la familia Eskenazi. Fuentes de esta compañía revelaron el hallazgo de un yacimiento con un superpozo que produce hasta 10 veces más que el promedio de la cuenca, pero no hubo anuncios oficiales en ese sentido.

Para Neuquén (y en parte para Río Negro) es determinante que mejoren los precios del gas porque es el hidrocarburo más abundante en la cuenca, pero también es el combustible sobre el que está basada la matriz energética argentina. Las discusiones en torno del precio del gas están estancadas en el segmento de los consumos residenciales, una franja que el gobierno nacional no quiere tocar. (AN)

Río negro espera

Para el plan exploratorio del gobierno de Río Negro las consecuencias locales de la crisis internacional fueron un freno con secuelas aún imprevisibles.

La convocatoria atrajo gran cantidad de promesas de inversión de empresas medianas, pero en 2009 se cortó el financiamiento internacional para este tipo de proyectos.

La cartera energética del gobierno de Miguel Saiz, a cargo de Tamara Pérez Balda, llevó adelante cuatro rondas de licitación.

Pero aún no decidió qué hará con las presiones de las empresas para que se imiten las prórrogas de los contratos que concedió la administración neuquina de Jorge Sapag.

Por ahora, en Viedma se avanzó en una normativa común a la que deberán ajustarse las empresas que busquen prórrogas de los contratos y que tendrán que respetar los funcionarios que participen de las negociaciones que se lleven adelante.

El plan exploratorio rionegrino recibió gran cantidad de promesas de inversión y permitió incorporar a la cuenca empresas de mediana o pequeña escala, incluso del extranjero, como las canadienses, que son especialistas en desarrollos como los que pueden esperarse en áreas de frontera.

¿EL DESPEGUE?

Si en 2010, como afirman algunos analistas, la actividad comienza a recuperarse, de la mano de una mejora en los precios, sobre todo del gas, se estima que Río Negro estará en condiciones de experimentar un desarrollo de su negocio petrolero.

El gobierno rionegrino fue uno de los primeros en hablar de prórrogas de las concesiones a partir de la transferencia del dominio de los recursos.

Pero a pesar de las presiones de las empresas, la gestión de Saiz prefirió esperar. Para los ingresos públicos, los recursos provenientes de los hidrocarburos no son tan determinantes como para Neuquén.

Martín Belvis
martinbelvis@rionegro.com.ar