La situación del mercado de combustibles líquidos y gas en la Argentina mostró en el 2009 un panorama con altibajos, con retroceso en la producción y generación de determinados combustibles, con una inversión reducida y con falta de reglas por parte del Poder Ejecutivo, a pesar de algunos incrementos tarifarios que se resolvieron en la segunda parte del año.
En primer término y observando los números oficiales difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), se puede constatar que en los datos recopilados por el organismo, durante los primeros nueve meses del año hasta el cierre de esta edición, se evidencian en la producción de derivados de petróleo, incrementos en naftas de mayor octanaje, combustibles para retropropulsión y asfaltos, en tanto que hubo descensos en las producciones de nafta común, gasoil, fueloil y gas licuado de petróleo.
En el sector gasífero, según las cifras del propio organismo, en el acumulado de nueves meses de 2009 se registraron alzas en el gas entregado a comercios y centrales eléctricas con relación al mismo período del año 2008.
En cuanto a las exportaciones de derivados de petróleo, para la misma comparación, se observaron alzas en las ventas de aditivos lubricantes, grasas, lubricantes para automóviles y nafta común, en tanto que mostraron descensos los niveles exportados de fueloil, gas licuado de petróleo a granel y nafta ultra.
Paralelamente, el panorama internacional fue un factor sumamente importante que impactó en el mercado local.
La severa crisis económica internacional -la más grave desde la Segunda Guerra Mundial- hizo que la recesión golpeara fuerte en el comienzo de este año en las distintas economías desarrolladas y en menor medida en los países en vías de desarrollo.
Con este escenario de fondo, con un precio del petróleo que llegó a estar en el 2008 por encima de los 140 dólares el barril, en plena crisis ese valor se derrumbó por debajo de los 40 dólares. Sin embargo, en la actualidad, con precios internacionales que oscilan alrededor de los 80 dólares el barril de crudo en el mercado de Texas, el panorama empieza a ser nuevamente alentador por el lado internacional de acuerdo con la opinión de los especialistas.
Contexto interno
Pero en la plaza local, los vaivenes de la Argentina han sido determinantes para generar un clima de negocios y empresarial que golpeó sobre el consumo y los niveles de inversión.
De allí es que el propio Indec, a través de su último informe de coyuntura que se denomina Indicador Sintético de Energía (ISE) consignara que en el acumulado del año se observara una caída del orden del 5,9%, en tanto que al mes de septiembre se registró un fuerte retroceso del 7,4%.
Igualmente, el último trimestre de este año aparece como un punto de inflexión en la actividad económica, en el consumo y por ende en el nivel de producción y venta de energía.
Paulatinamente, en el trimestre octubre-diciembre del 2009 se comenzó a observar un leve incremento en la producción y consumo de energía, aunque lógicamente que esto no marca una tendencia definitiva teniendo en cuenta que los problemas coyunturales siguen existiendo y son de difícil resolución.
Este año se aplicaron incrementos tarifarios muy importantes en electricidad y gas, que quedaron suspendidos por tres meses, debido a las voces de queja que se alzaron en distintos sectores de la sociedad.
Sin embargo, en la última parte del año, esos ajustes volvieron a implementarse.
No obstante, los analistas coinciden en que más allá de éste u otro ajuste, lo que hace falta es una verdadera política energética, que mire hacia adelante por 20 ó 30 años y que no se apunte exclusivamente al corto plazo.
"Aquí hay varios problemas. No hay una adecuada política de incentivos a la inversión en exploración y explotación. No hay tampoco una coherencia en materia de tarifas y tampoco en materia gremial. Por lo tanto, falta claridad en materias esenciales como es la inversión, los precios y el aspecto laboral", puntualizó Raúl Ochoa, economista y consultor privado.
Está claro que en el 2010 se va a necesitar profundizar los trabajos de exploración y explotación de petróleo y gas. Son muchos los especialistas del sector que advierten que la capacidad de producción energética de Argentina está cada vez más restringida. Ya se habla que en poco tiempo Argentina tendrá que importar todo tipo de combustible, una situación que en el corto y mediano plazo parece no tener una solución concreta.