El río Colorado ofrece múltiples opciones para una buena pesca. Aguas abajo de la represa Casa de Piedra. Se puede acceder desde el lado pampeano y del rionegrino. En el caso pampeano, los caminos están mejor cuidados. Luego de llegar al antiguo obrador de la central hidroeléctrica se empalma con un camino costero que lleva hasta el Puesto de Giles, un buen lugar para bajar la embarcación. En el caso rionegrino, se recomienda bajar en Puesto Gutiérrez o Puesto Sandoval.
La mayoría pesca desde la costa y aquellos que pueden hacerlo embarcados disfrutan de una flotada por un bello paisaje que les permite acceder a lugares con muy buen pique, como explica Fernando Rojas, un experto pescador que conoce bien la zona. "Lo que más sale son carpas. En promedio pesan unos 2 kilos, pero podés sacar de medio kilo o de 9", cuenta.
También hay truchas arco iris, pejerreyes y percas, un pez con bajo rating entre los pescadores porque no da pelea. Sin embargo, dicen, es uno de los más ricos. La carpa también es sabrosa, pero es aconsejable sacarle el cuero por el potente gusto a barro, señala Carlos Gutiérrez, compañero de pesca de Rojas.
La localidad pampeana Casa de Piedra cuenta con un camping con todos los servicios. Otra opción es el Puesto de Giles, con el terreno emparejado y un paisaje de playa.
La actividad no está regulada en la zona. Ni aguas abajo de la represa, ni aguas arriba. Nadie controla lo que se llevan, ni se piden permisos. Esto genera un descontrol que preocupa a Rojas, cultor de la pesca deportiva. "Hay que devolver siempre. Puedo entender que te lleves uno o dos peces. Pero no 70. Eso es hacer daño". Otro aspecto preocupante es la basura. "Hay que acostumbrarse a llevarse los residuos. Es mejor para todos", afirma Gutiérrez.