La selección argentina estará en Sudáfrica 2010 aunque rodeada por las dudas y la desconfianza de los hinchas y la prensa, que no observan en Diego Maradona la misma capacidad sobresaliente para desenvolverse con una pelota en los pies que para ser entrenador. A pesar de eso se mantiene la esperanza de que su conducción adquiera la magia que tuvo su zurda cuando llevó a la "albiceleste" a conquistar su segunda Copa del Mundo en México 1986, donde el planeta fútbol lo reconoció como el mejor de todos.
La clasificación a Sudáfrica 2010 fue angustiante. A diferencia de los tres procesos anteriores (Daniel Passarella para Francia ´98; Marcelo Bielsa, Corea-Japón 2002, y José Pekerman, Alemania 2006) en los que las Eliminatorias fueron un trámite, esta vez obtener el pasaje a la Copa del Mundo volvió a ser un calvario, tal como había sucedido dos décadas atrás.
Como en la etapa previa a Estados Unidos 1994, Alfio Basile volvió a ser el entrenador, aunque en esta oportunidad renunció y lo reemplazó Maradona. No fue necesario un repechaje como el de aquella vez ante Australia, pero sí hubo que esperar al último partido para gritar el agónico gol de Mario Bolatti ante Uruguay, en Montevideo.
Sobran los interrogantes alrededor de un seleccionado que tiene en Lionel Messi al mejor jugador del mundo y su mayor esperanza, aunque su brillante rendimiento en el Barcelona contrasta con sus intermitentes presentaciones con la camiseta argentina.
La "Pulga" tuvo su 2009 perfecto: en lo colectivo ganó seis títulos con el Barcelona, o sea, en todos los que compitió, y en lo personal, además de convertir goles para todos los gustos, se llevó los galardones como mejor del mundo que entregan la FIFA y la revista France Football, algo que ningún argentino consiguió.
Messi, comparado hasta el hartazgo con Maradona, tiene 22 años. Algunos, un tanto ansiosos e impacientes, lo critican confrontando los logros de Maradona en todo su reinado con la aún incipiente aunque prolífica carrera de Messi, a quien le piden que en todos los partidos emule el gol de Diego ante Inglaterra en México 86.
En ese juego para ver si Messi está a la altura del Diez, casi nadie repara en que Maradona a los 21 años se fue expulsado ante Brasil en España 1982, donde la selección que venía de ganar su primer Mundial en Argentina 1978 se fue en segunda ronda. Nada de eso importa: a Messi se le exigirá que sea el salvador, el Diego del 86.
Mientras tanto, en el entorno y dentro del cuerpo técnico de una selección confundida hay personas que buscan coincidencias hasta el paroxismo con la última Copa del Mundo que ganó Argentina para obtener la fortaleza y el juego que el equipo no exhibe en la cancha.
Hay quienes creen que Sudáfrica 2010 será la clonación de México 1986 porque se repiten personajes (Maradona, Bilardo, Enrique, Grondona...), porque la clasificación en ambos mundiales fue agónica, porque enfrentará a Corea del Sur en la ronda inicial como sucedió el país azteca, y hasta porque Valeria Lynch prepara a pedido de Diego una nueva versión de su famosa canción (¡Me das cada día más! ¡Aleluya, por el modo que tienes de amar!). ¿Existirá la reencarnación de un Mundial?
En medio de un panorama incierto, Maradona tiene casi un semestre para definir un esquema de juego y llegar al Mundial con un plan. Hasta el momento, lo más sólido de este proceso se vio tal vez en el amistoso contra Francia, donde apostando al contraataque fue victoria 2-0. Incluso ante Uruguay se vislumbró una idea precisa de juego que, guste o no, consistió en achicar espacios, presionar en la mitad de la cancha y buscar el triunfo de contra, tal como sucedió en la jugada previa del gol de Bolatti.
Deberá decidir Maradona si los jugadores que tiene están más predispuestos para imitar al Barcelona o, en todo caso, jugar más parecido al Estudiantes de La Plata de Alejandro Sabella, el mejor equipo argentino del 2009 que estuvo a 120 segundos de quedarse con el Mundial de Clubes, hasta que aparecieron Pedro y el pecho de Messi, ese crack descollante en el fútbol europeo y del que tanto se espera en Sudáfrica 2010.
Qué dicen Menotti, Caniggia y Verón
Entre quienes conocen lo que es estar en un Mundial, Claudio Caniggia, ex jugador del seleccionado argentino y amigo de Maradona, afirmó que la selección argentina "es candidata" en Sudáfrica y al mismo tiempo advirtió que otros equipos están mejor.
Mientras que para César Luis Menotti, campeón como entrenador en Argentina 1978, el "serio problema es que no se sabe a qué quiere jugar" el técnico de la albiceleste aunque cree que el "Diez" podrá demostrar su capacidad en la Copa del Mundo.
"Veo candidata a la selección en el Mundial. Hay otros equipos que están mejor pero para Sudáfrica falta y estar ahí es otra cosa. No tengo dudas que Diego le va a encontrar la vuelta y que van a aparecer los jugadores de los que se espera más", opinó Caniggia, quien a su vez aguarda con esperanza a Messi. "Nadie puede creer que no pueda hacer ni el 50 por ciento de lo que hace en Barcelona. Creo que va a aparecer. Seguramente siente la responsabilidad y necesita liberarse un poco mentalmente".
Menotti es terminante al hablar sobre la estimulación que pueda generar un entrenador. "La motivación es una mentira. La única motivación es la del conocimiento. No lo puedo motivar a mi hijo para que vaya y pelee con Tyson, porque lo estaría matando", indica el "Flaco", para quien "la selección tiene un problema muy serio y es que ni siquiera podemos saber qué es lo que quiere Maradona, porque no puede entrenar. Podrá demostrar su idea recién en el Mundial, cuando tenga un mes para armar el equipo".
Tal vez sea momento de repasar las palabras de Juan Sebastián Verón en medio de la euforia por el triunfo ante Uruguay en Montevideo. "Hay que pensar en mejorar para llegar a una gran Copa del Mundo. Las cosas se dan de una manera, pero a veces se elige el camino incorrecto de hacerlo", dijo la "Brujita", que pasó de ser el "traidor" de Japón-Corea 2002 a referente de cara a Sudáfrica 2010 (Pekerman no lo convocó para Alemania 2006). "Hay que hacer un análisis, de todo y de todos, desde arriba hasta abajo. Y eso va muy por adentro. Desde el presidente de la AFA hasta el último jugador. Hay que escuchar y reflexionar, tener oído, no sólo opinión. A veces es más importante escuchar. Hay que sentarse a conversar entre todos. Hablando las cosas pueden salir mejor. Maradona tendrá el tiempo necesario para buscar el equipo que le guste a los argentinos".
POR JUAN IGNACIO PEREYRA