Para el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, ni la administración Kirchner ni la "coalición conservadora"-como denomina a la fuerza que lidera Elisa Carrió- tienen un plan de gobierno. "En el Congreso los legisladores se amontonan de acuerdo con temas puntuales y a veces el Poder Ejecutivo gana y otras pierde", afirmó.

"Cristina Kirchner y Carrió son extremos que se necesitan mutuamente", señaló quien fuera candidato presidencial en la última elección para ese cargo.

Lavagna opinó también sobre la UCR, Mauricio Macri, Julio Cobos, Felipe Solá y Hermes Binner; y deslizó que la sociedad tendría que preguntarse "por qué la Argentina no pudo tener un presidente como (Fernando Henrique) Cardoso, (Ricardo) Lagos o Tabaré Vázquez".

-¿Por primera vez a los Kirchner les está tocando gobernar sin "viento de cola"?

-Están gobernando sin un programa económico y social coherente desde 2006. Los desajustes se fueron acumulando hasta ser muy importantes en los últimos dos años; hace dos meses se agregó el impacto internacional.

-¿El contexto externo implica un doble desafío?

-Centrar el análisis en la situación externa es poner el foco donde no debe estar: la mayoría de las cosas que ocurren en la Argentina depende de lo que hagamos los argentinos. Cuando comenzaron los problemas no había ninguna crisis grave, el problema viene de adentro.

-¿No se le abre al gobierno una oportunidad de poner en marcha un plan "B" tomando medidas que en un escenario normal no hubiera concretado?

-No hay plan...¿Cómo van a hacer un programa económico creíble si no se blanquea la inflación y el crecimiento de la pobreza? No existe un diagnóstico adecuado, entonces. Podrá haber medidas inorgánicas pero no van a dar resultado.

-¿La crisis es económica o política?

-Hay fallas económicas, en el plano institucional y en política internacional. Como le expresé por escrito a Néstor Kirchner el país perdió el rumbo que tenía a mediados de 2006. Es como en medicina, a veces las enfermedades no se notan cuando empiezan. La cosa viene después.

-¿No está relativizando el impacto de la caída del precio de las materias primas?

-Los precios actuales no están en el pico que tuvieron durante varios meses, pero aún son similares al promedio de la última década.

-¿Observa el peligro de una escalada en el desempleo similar a la de la segunda etapa menemista?

-Del aumento del desempleo no hay duda; adonde llegará depende si existe en el gobierno alguna capacidad de reacción.

-¿Hubiera ayudado contar con un fondo anticrisis?

-Eso hay que hacerlo en la época de las vacas gordas. Nosotros, en octubre de 2005. anunciamos un fondo anticíclico (que el gobierno dejó sin efecto en diciembre de ese año), Chile lo hizo un mes después y lleva acumulados 23.000 millones de dólares que ahora está gastando.

-La Cámara de la Construcción se deshizo en elogios cuando la presidenta lanzó el plan de obras pú

blicas, mientras el campo se siente discriminado, ¿cómo se resuelve esa puja?

-En su momento advertí sobre el peligro del capitalismo de amigos, como en la construcción ocurre con quienes manejan la cámara; otros sectores son considerados enemigos como el campo; es pura politiquería.

-¿Derivar recursos a infraestructura no es una herramienta keynesiana apropiada?

-Sí, pero ¿es una política o un anuncio? En los últimos meses hemos tenido toda clase de anuncios y ninguno se ha ejecutado. En 2003 conseguimos desde el Ministerio de Economía un crédito del BID por 800 millones de dólares para hacer 700 escuelas y aún no están terminadas; también aplaudieron los banqueros el pago al Club de París y a los holdouts y ninguna de esas cosas se cumplieron. Si se ejecutan los anuncios voy a ser el primero en aplaudir, pero con los antecedentes de este gobierno en obras públicas, energía y transporte es imposible no tener dudas.

-¿Cómo se recupera la relación del gobierno con el campo cuando de por medio están los alimentos?

-Tampoco hay plan en ese rubro; desde la crisis de 2001 estamos ante la primera caída de la cosecha y ni siquiera se redujeron las retenciones para el segmento pequeño y mediano del modo en que se había comprometido el gobierno, en ganadería está bajando el stock de manera alarmante sin que se tomen medidas. El vacío en política agropecuaria es total.

-Durante el conflicto rural, el campo contó con la adhesión masiva de la población, después del voto de Cobos parece que para la gente el tema se agotó.

-La sociedad urbana también tiene otros problemas: pagar la escuela, las expensas, la medicina prepaga y encima el mundo político no ayuda porque durante las manifestaciones se subieron al palco, o intentaron hacerlo, incluso los que no debían, y después se callaron.

-¿Por eso a Ud. no se lo vio en las marchas?

-Sí, porque es oportunismo político. La protesta la manejaba la gente del campo con la respuesta positiva de la sociedad, ¿qué tenían que hacer quienes intentaron colarse? Eso desprestigia a la política.

-¿No le sorprendió una reacción tan tenue cuando el gobierno decidió terminar coactivamente con las AFJP?

-No. La gente tuvo razón. Hay dos cifras que muestran el fracaso del sistema de capitalización. Acumu

lada en nuestras cuentas había entre 80.000 y 90.000 millones de pesos con comisiones pagadas de 31.000 millones ¡El sistema no funcionaba! Lamentablemente, el gobierno hizo lo que no debía: meter la mano en las cuentas personales. Yo mandé un proyecto que algunos legisladores (Felipe Solá y "Chiche" Duhalde entre otros) presentaron como propio: un régimen solidario y otro de cuentas individuales manejado por un organismo público que podía ser la AFJP del Banco Nación un sistema que muchos países tienen con comisiones muy bajas y que permiten el control.

ESTILO K

-Se reunió a principios del 2008 con el ex presidente Kirchner en Olivos (para normalizar el P.J), ¿creía en su intención de cambiar de estilo político?

-En el documento al que hice referencia le llevé mis recomendaciones que en ningún caso fueron tomadas en cuenta, le parecieron inaceptables, no era el rumbo que quería tomar.

-La presidenta sostuvo que el gobierno es pragmático. ¿La crisis no es una "excusa" para hacer correcciones?

-No todos somos pragmáticos, ésa es una palabra elegante para decir oportunistas. Yo no lo soy. Defiendo un programa, una idea de país. No me sumo a cualquier carro.

-En la última elección presidencial, Ud. hizo un acuerdo con el radicalismo, ¿cuál es su balance?

-Fue una concertación en torno de un programa; el resultado de tres millones y medio de votos, el primer puesto en Córdoba y segundo en diez provincias fue bueno tomando en cuenta las limitaciones de dinero y estructura.

-Gran parte del rédito en el interior fue de la UCR, ¿por qué se separaron?

-Dos días después del comicio su conducción optó por otro camino. Lo único que espero es que la coalición conservadora (de Carrió) no termine transformando a un partido histórico, cercano a los sectores populares, en uno de derecha. Mi propio partido, el peronismo, en los 90 fue cooptado por fuerzas de derecha.

-Suele repetirse que no se puede gobernar sin el peronismo. ¿Es un mito o una realidad?

-Es una realidad. Es un partido que tiene mucha fuerza en sectores muy distintos desde los más postergados hasta los intelectuales. A veces, sin embargo, por ser muy amplio se desenfoca como en la década pasada.

-Después del conflicto con el campo el kirchnerismo se jacta de haber reconstruido su poder en el Congreso.

-Según los temas, se arman coaliciones políticas distintas, pero el país no puede seguir caminando a ciegas, amontonando cuestiones puntuales -donde el gobierno sale bien o mal- sin un programa que incluya lo económico, social, institucional y las relaciones internacionales lo cual permitiría que la sociedad se ubique de un lado o del otro y haya alternativas, pero esto es como un rompecabezas. Parte de la Coalición Cívica y el socialismo votaron

con el gobierno el tema de las AFJP. La línea general del gobierno no está clara ni para el oficialismo ni para la oposición más rabiosa que se unifica contra el kirchnerismo pero no tiene un programa; remitiendo a Borges "no los une el amor sino el espanto"... Así no se gobierna un país.

-¿Piensa en un cargo legislativo para este 2009?

-No. Y creo que la mayoría no debería pensarlo. Un país no puede vivir en elecciones permanentes, sino trabajar sobre los problemas. No habría que hablar de candidaturas hasta abril o mayo. Mi recomendación general es: paren con la discusión política y pongan en limpio las ideas los que las tengan.

POR CLAUDIO RABINOVITCH Y ARNALDO PAGANETTI