El sociólogo Julio Godio es uno de los intelectuales argentinos que prestan mayor atención al universo sindical. Preside el Instituto del Mundo del Trabajo y es autor, entre otros, de los libros, "Historia del Movimiento Obrero" y "El tiempo de Kirchner". En esta entrevista con "Río Negro" explica por qué cree que la flamante presidenta Cristina Kirchner modificará la dinámica en las relaciones entre el Gobierno y los jefes gremiales. Según él, el llamado Pacto Social producirá profundos cambios en las negociaciones entre el Estado, los gremios y las empresas. "El poder de Moyano puede mermar", apunta.
- ¿La presidenta Cristina Kirchner modificará la relación tradicional entre los gobiernos peronistas y los sindicatos?
- Las relaciones van a cambiar si se desarrolla la línea que plantea la presidenta, que es la del llamado Pacto Social. Cristina no plantea un diálogo social tradicional, sino que quiere abrir acuerdos por sectores entre los sindicatos, las empresas y el estado. Entonces esto cambia el mapa. Supongamos que se inicien negociaciones con el sector automotriz: los actores que van a estar presentes ahí no son los tradicionales porque entre las automotrices están las multinacionales, que no participan de la Unión Industrial Argentina (UIA), organización que históricamente protagonizó el diálogo social.
Pongo otro ejemplo: si se abre un diálogo sectorial con los aeronáuticos, donde hay una variedad de sindicatos, ahí también habrá una cuestión transversal, porque muchos de los gremios aeronáuticos no están en la CGT sino en la CTA.
Con el sector energético, por ejemplo, deberían participar del pacto social las empresas privatizadas, que también están fuera de la representación de la UIA. Eso no significa que Cristina dejará de hablar con Moyano o con la UIA, sino que esas conversaciones serían más bien informales, y de carácter político y técnico. No sería una negociación tradicional como las que conocemos en la actualidad.
- ¿Cree que Cristina realmente llevará a cabo el pacto social?
- Sí. La visión del país supone que hay un modelo económico en desarrollo, que hay una política económica ajustada a priorizar objetivos estratégicos, y entonces todo parece indicar que Cristina Kirchner está interesada en hacer esta nueva incursión en el terreno de las negociaciones tripartitas. Si finalmente lo hace, se producirán cambios profundos.
- ¿Como cuáles?
- Si potencia las negociaciones sectoriales a costa de las negociaciones generales se podría estimular, en el sector sindical, la formación de confederaciones gremiales de rama, que es lo que algunos sindicatos piensan que se debe hacer para salir del impasse de la CGT. Si se aplica esta estrategia se generará un cambio hacia el interior de los sindicatos. Y lo mismo vale para el sector empresario, que deberá ajustar su estructura a este tipo de negociaciones.
- ¿La CGT dejará que se modifique la dinámica de la negociación "mano a mano" con la presidenta, como venía ocurriendo hasta ahora?
- Ahí entramos en el terreno de la especulación política. Sin duda que esta tradición de negociación es fuerte, y la CGT no van a aceptar fácilmente que se modifique. Pero no sé tampoco cómo se van a oponer. Creo que esta iniciativa de Cristina em
palma con un reclamo de la sociedad, de hacer negociaciones entre sectores que son estratégicos para la economía y garantizar que las empresas mejoren su rendimiento. Hay que aclarar que, según el pacto social de Cristina, las negociaciones serán por objetivos. La presidenta quiere que los diferentes sectores se comprometan a lograr objetivos más que esclarecer acuerdos cuantificables. Esto introduce una idea que generará cambios, porque si se negocia por objetivos, quiere decir que ahí hay una visión estratégica nueva, del punto de vista de la construcción de una economía de mercado con una presencia importante del aparato estatal.
- ¿O sea que con el pacto social Moyano perderá poder?
- El poder de Moyano puede mermar, es cierto. Pero puede recuperarlo, si es que logra que en la CGT se creen subestructuras sindicales que tengan que ver con estas negociaciones sectoriales. Lo que está claro es que es un cambio importante. Y empieza a aparecer otra idea: si se negocia con sectores y por metas, esto va a llegar a otro problema, que es que los sindicatos se van a tener que involucrar en procesos de gestión. Si eso pasa, estaríamos viendo que llega a la Argentina una forma de negociación que incluye un componente de "cogestión", no por ley pero sí de facto.
- ¿Cristina le otorgará la personería jurídica la CTA, una promesa incumplida por su esposo?
- Este tema va a pasar a ser poco significativo, si es que el pacto social se lleva a cabo. Ocurre que todos los sindicatos que están nucleados en la CTA tienen su personería y serían estos gremios quienes negociarían directamente con el gobierno y las empresas durante el desarrollo del pacto social.
- ¿Cómo analiza los diferentes hechos de violencia que sacudieron al mundo sindical, como el asesinato del tesorero del gremio de los camioneros o la muerte del hermano del jefe de los taxistas, Omar Viviani?
- Son cosas graves que suceden en un país donde la criminalidad se instaló en el centro de la escena política. Esto ocurre debido a que la Argentina no era un país preparado para soportar semejante grado de desempleo y pobreza. Era un país más preparado para una vida de clase media. Esta sociedad es más de tercer mundo, donde la violencia y la criminalidad es inevitable que se ponga en el centro de la escena para dirimir disputas entre grupos y mafias. Es sumamente grave. Esto tocó a dirigentes de importancia, como Moyano o Viviani, pero no hay que descartar que se sigan produciendo muertes de este estilo.
Es lo que está viviendo la Argentina: una tragedia gigantesca. Hay que prepararse para una perspectiva de violencia inédita.
