"Que les entre por los ojos y los llene de orgullo": ésas fueron las palabras del padre Rondini al pensar en el lugar destinado a los más pequeños. La educación preescolar fue siempre su preocupación ya que la consideraba sumamente importante para la futura formación de los niños.
El instituto Niño Jesús seguía creciendo y las aulas no alcanzaban para albergar a todos. En junio de 1991, se concretó la adquisición de un terreno frente a la capilla Niño Jesús para edificar las futuras instalaciones, que se terminaron en diciembre de ese año.
El proyecto se hizo sobre una casa que era de la familia Melchiori. Cuando se compró hubo que adaptar planos; se quería dar a los pequeños algo diferente, atractivo y también para los padres algo que los entusiasmara, que los incitara a ir y les facilitara el difícil momento del despegue en tan temprana edad. Tenía que salir de los común, entrar por los ojos y llenarlos de curiosidad y de orgullo, de manera que se facilite su ingreso a la escuela.
La inauguración del jardín Rayito de Sol, más conocido como "el castillito", se realizó el 30 de marzo de 1994, con un acto de bendición a cargo de monseñor Marcelo Melani. Hoy se ha convertido en un punto de atracción arquitectónica y los 250 alumnos que a él concurren en ambos turnos desde los tres años, gozan de mucha comodidad, de espacios de juegos internos y un hermoso patio exterior llamado "patio de la Virgen", ya que María Auxiliadora es la protectora del lugar.
No sólo se trabaja desde los campos del conocimiento sino que se trata de acompañar a los pequeños para que desde muy temprana edad sean buenos cristianos y honrados ciudadanos.
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