Alejandra Carrá es voluntaria de la "Red Solidaria" en la localidad de San Martín de los Andes.
"Cuando comenzamos éramos sólo mi esposo y yo y ahora somos más de 50 voluntarios. Es muy emocionante ver la cantidad de personas que, en tan poco tiempo, se sumó a este proyecto que intenta cambiar la realidad de algunas personas o hacerla un poco mejor", dice Alejandra emocionada.
Desde las gestiones para la obtención de alguna medicación específica, ropa, alimentos hasta ladrillos y útiles, o sólo una palabra de aliento, es el gran ámbito de ayuda que ofrece la "Red".
"A veces parece poco, pero cuando miramos a los ojos a aquellas personas que reciben la ayuda, cuando nos dan su mano y nos aprietan fuerte como queriendo que siempre estemos a su lado o nos regalan una sonrisa de agradecimiento, me doy cuenta que cualquier esfuerzo por más grande que sea, vale la pena, vale mil veces la pena...", sostiene emocionada esta vecina sanmarinense.
En ese sentido, Alejandra Carrá explica que "nosotros somos sólo intermediarios, pero la ayuda viene de miles de personas que llaman por teléfono ofreciendo una cama, un par de zapatillas, una lata de leche; son ellos quienes nos dan la posibilidad de llevar adelante este trabajo que es, nada más y nada menos, que la suma de todas las fuerzas y la mejor manera de levantar nuestra mirada y ver lo que nos rodea y a quienes nos rodean, que hay un mundo más allá de nuestros ojos: el reconocernos en otros y trabajar en conjunto".
La Red Solidaria funciona en el país desde 1995 y en esta ciudad cordillerana desde 2008.
A nivel nacional, la organización recibe un promedio de 100 llamadas diarias. Al comienzo, la mayoría eran pedidos, pero en la actualidad, el 50% de la gente se comunica para ofrecer tiempo, ropa, medicamentos, etc.