La historia de la Bodega Noemía de la Patagonia comenzó en el 2000, cuando a partir del asesoramiento que realizó Hans Vinding-Diers a la bodega Canale se "enamoró" de los vinos que aquí se elaboran y comenzó a buscar un lugar para establecer junto a Noemí Marone Cinzano una bodega propia.
El proyecto original era radicarse en la zona al sur del río Negro, en la zona de Paso Córdoba. Pero distintos impedimentos en la adquisición de las tierras hicieron que comenzaran a buscar otras alternativas.
Mientras tanto, con la producción de alrededor de una hectárea de uvas Malbec con más de 50 años de vida en la zona de Mainqué, comenzaron a elaborar vinos en una antigua bodega ubicada a la vera de la Ruta 22 en General Roca.
Al mismo tiempo surgió la oferta para la compra de 200 hectáreas de tierras vírgenes en la zona de Valle Azul, donde rápidamente se comenzó a trabajar tanto en la construcción de la bodega como en la plantación de cinco hectáreas de viñedos.
Cuentan con un sistema de riego por goteo debido a la aridez del paisaje.
Nueve años más tarde, ese proyecto ha logrado importantes reconocimientos a nivel mundial. Y es visitado por especialistas de distintos puntos del planeta interesados en conocer la ubicación y los métodos de elaboración de los vinos.