En la globa municipal la historia tendrá un lugar privilegiado de la mano del Museo Municipal. En esta oportunidad se expondrán decenas de elementos que fueron recuperados antes del desmantelamiento de la tradicional fábrica Bagliani, que forjó y acompañó el crecimiento de la ciudad, otorgando trabajo a unos 150 allenses durante la década del ’30.
En los últimos años, el antiguo edificio, del que sobresale una chimenea de 25 metros de altura, albergó a la recordada feria “La Chimenea”, que constituyó el punto de encuentro y de promoción de varios microemprendedores. Sin embargo la ilusión terminó y con ella empezó el desalojo del edificio.
“Los años ’30 fueron fundamentales en la vida de la ciudad, donde se notó un gran progreso”, cuenta Mercedes Amieva, integrante de la Comisión Directiva del Museo.
Además de los colonos, que trajeron como capital sus brazos y una sed infinita de progreso, otros que también vieron el potencial de esta región orientaron su trabajo hacia la industria que nacía. “Entre estos últimos sobresale como luchador indoblegable Félix Bagliani”, remarca. Había nacido en Piamonte –Turín, Italia– el 15 de julio de 1880. Tras varios años de incesante trabajo, en 1915 empezó a exportar conservas alimenticias en varias fábricas, donde se producía el extracto de tomate, las frutas confitadas y en almíbar.
“La crisis de 1930 interrumpió la marcha de sus negocios y en 1934 decidió buscar otros rumbos. Con su capital, su espíritu emprendedor y larga experiencia, llegó a Allen”, continúa “Chiquita” Goyé.
Luego de mantener varias conversaciones con vecinos, Bagliani decidió formar una comisión provisoria compuesta por el recordado Doctor Velazco, Aquiles Lanfré, Manuel Mir, Antonio Alonso y Alejandro Brevi.
Fue así que comenzaron a recaudar dinero por todo el pueblo, a fin de adquirir las hectáreas donde se emplazaría la fábrica. “Juntaron cerca de 20.000 pesos, que, sumados a los ahorros de Félix Bagliani sirvieron para dar los primeros pasos”, señala “Chiquita” mientras muestra un álbum fotográfico de aquel entonces donde se visualiza el sector en plena producción.
Paulatinamente, fueron erigiendo las primeras columnas y en febrero de 1935 todo estaba listo. Tras ello comenzó la producción de conservas de tomate Pomodoro.
El primer cargamento partió con destino a Capital Federal a bordo de un vagón. Por su calidad y la rigurosidad puesta en el proceso de elaboración, fue un producto que hizo conocer a Allen en todo el país.
Ese reconocimiento significó un estímulo para ampliar la variedad de productos: por ello decidieron incursionar en la fabricación de mermeladas y dulces, favoreciendo a los colonos que poseían una gran oferta de frutas.
De esta manera, la recordada fábrica Bagliani se convirtió en una importante fuente de trabajo para los allenses y llegó a proveer a grandes compañías como Swift y Armour, entre otras.
Hoy, sólo quedan algunos vestigios de ese ambicioso proyecto y el recuerdo de aquellos que se unieron bajo el lema de la solidaridad y la confianza a fin de reactivar la economía local.

APUESTA DIGITAL

El grupo multidisciplinario que promueve la recuperación de la historia a través de la tradición oral, lanzará hoy un subsitio web donde revivirá los inicios de los festejos hasta la actualidad. A ello se sumará la exposición de los trabajos del artista “Chelo” Candia en el stand, y la elaboración de un mural prevista para el domingo a la noche.
“La idea surgió hace varios meses y como nos sentimos parte de la fiesta, decidimos empezar a sumar propuestas”, señala Graciela Vega, profesora de Historia y directora del proyecto.
En la edición 2007 de este homenaje a la producción local también estuvieron presentes y dieron a conocer la página: www.proyectoallen.com.ar, donde difunden el trabajo que realizan. Allí, se puede visualizar toda la recopilación que efectuaron, desde los 60 reportajes a los primeros habitantes de la ciudad hasta fotos y crónicas de actividades culturales. “La nueva apuesta es renovar todo el diseño, enfatizando una faceta visual llena de interesantes ideas”, indica Antonio Almeyra, diseñador del sitio.
El grupo nació hace dos años, tras el aval de la dirección provincial de Nivel Medio, bajo cuatro ejes fundamentales: la investigación, educación, la cultura y la comunidad.