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Miércoles 07 de Febrero de 2007
 
 
 
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  RECUERDOS DE ANTAÑO | PRIMERAS EPOCAS DE LA REINA DEL VALLE
  Manzana: liderazgo con historia
Un repaso por los textos más antiguos que señalan la existencia de este fruto en Río Negro y Neuquén.
Entre ellos, Manuel José Olascoaga menciona tres plantas bajo las que almorzó, en 1879, cerca de Roca.
 
 

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Algunos autores y especialmente uno atribuyen al jesuita Nicolás Mascardi la aparición del manzano en la zona del Nahuel Huapi y aunque existen otras posibilidades de semillas viajantes, tomamos la primera por ser la más conocida: “Antes de dejar lo concerniente a la Reducción de Nuestra Señora de Poyas o de Nahuel Huapi, recordemos una realidad existente desde aquella época hasta el día de hoy, y que está ligada a su memoria. Nos referimos a los manzanares silvestres, cuya abundancia en la zona del Nahuel Huapi es tal, que llama la atención de todos los viajeros. Según el padre Laguna (Vander Meren), escribe el señor Fonck, había el Padre Mascardi plantado el primer manzano” (Furlong, G, 1963). Referido a 1670 aproximadamente. Con anterioridad otros visitantes transcordilleranos también dejaron testimonio sobre manzanos.
Poco más de cien años después el piloto español Basilio Villarino y sus hombres en la épica excursión náutica por 1783 (ríos Negro, Limay, Collón Cura) pudo apreciar manzanos solitarios y manzanares, incluso despachó una de las embarcaciones -anticipándose a su regreso- con varios ejemplares al fuerte del Carmen. Después, en el siglo XIX se instaló en Caleufú, afluente del Collón Cura, el cacique Valentín Sayhueque y sus toldos, llegando a ser conocido como “Gobernador de las Manzanas” lugar donde lo visitó el explorador británico George Ch. Musters en 1870 que dejó testimonio en su diario: “Las manzanas eran también deliciosamente frescas y jugosas”. Y Francisco P. Moreno recordaría en escrito su prisión en los toldos de Sayhueque: “Mientras a la sombra de los manzanos platicaba conmigo mismo...”. “Habiendo pasado por montes de manzanos” escribió en su diario el sargento mayor Mariano Bejarano cuando visitó a Sayhueque en 1872, viaje que hizo a caballo desde Carmen de Patagones.
José Manuel Olascoaga en conocido libro de su autoría (Topografía, 1935) también consignó “Bosques de manzanos” y Santiago J. Albarracín en el diario de la expedición con el vapor “Río Negro” anotó paraje a orillas del Limay como Manzana-Niyó (1881). Las famosas pepitas, semillas que están en el vientre de todas las especies, también tuvieron su fecundación, pero como nacimiento de un pueblo patagónico. También lo recordó en escrito el alférez del 3° de Caballería Camilo Anschutz: “El comando de la división se encontraba para esa fecha (31/1/1898) en el campamento general, al S.E. de la Vega del Lácar, en un manzanar... Esta isla estaba poblada de arbustos de radal y manzano... el espacio siguiente estaba arbolado de manzanos silvestres, de exquisita fruta...” referido todo ello a la fundación de San Martín de los Andes en 1898.
A las comprobadas bondades de la manzana para la salud y como destacado alimento, no olvidamos su uso, debidamente procesada y desde tiempos inmemoriales como bebida espirituosa, elaborada por aborígenes y modernamente conocida como sidra. Historia frutal que aparece mucho a.C. y con cultivo casi mundial expresado en varios miles de variedades y aunque la Biblia no la cite expresamente, siempre se la consideró como la fruta prohibida de la que Adan y Eva fueron protagonistas, en verdad ¿a quién no le gusta? Pese a que algunos creyentes quieran justificar su preferencia y atracción con otras explicaciones sobre el origen del ser humano y de todos los seres vivos. Y algo que sabemos desde la primaria: la ley de gravedad descubierta por el inglés Isaac Newton cuando estaba bajo un manzano y cayó uno de sus frutos.
En la Norpatagonia su historia escrita se remonta a junio de 1879 durante la campaña de Roca y en cuyo diario de marcha dejó anotado Manuel José Olascoaga refiriéndose a paraje cercano a la actual General Roca: “llegamos a un sitio que parece una parada ordinaria de los indios. Hemos tenido el gusto de encontrar aquí tres manzanos que parecen plantados por la mano del hombre, por la alineación y equidistancia en que se hallan. Al mismo tiempo se nota en ellos el abandono de la mano de los indios, pues deben haber perdido totalmente su propiedad de nutrición frutal, por lo viejo del ramaje que se le ve y revela no haber sido podados en un siglo. Almorzamos a la sombra de estos manzanos que consideramos con cierta simpatía como trasuntos de civilización pasada o como huérfanos en estos agrestes lugares”.
Y en aquel año, anticipo de los famosos pomares actuales en el valle rionegrino y parte del Neuquén, la fruta que asumió el liderazgo luego del reinado de la alfalfa y la vid, tuvo inicio y recuerdo periodístico hace más de 125 años cuando el acompañante de la expedición Roca y cronista del diario “La Pampa”, Remigio Lupo, -con solamente veinte años de edad- escribió al pasar por el lugar: “Junio 9. Salimos de ‘Fisque-Menoco (Gral. Roca) a las 8 y media de la mañana y marchamos sin detenernos hasta las 10 y media, en que hicimos alto en ‘Los Manzanos’. Los manzanos toman su nombre de tres de estos árboles, bastantes corpulentos, que forman un grupo en medio de estas soledades. Almorzamos allí” (sic).
Así, el manzano norpatagónico tuvo su escrito periodístico y luego papel y tinta para quedar en esta historia tan especial. La que siguió es muy conocida.

Bibliografía principal y fuentes: Furlong, G. Nicolás Mascardi y su carta, 1670, (1963). Villarino, B. Diario 1782/83 (1972). Olascoaga, M J. Estudio, 1930 y Topografía, 1935. Musters, G. Ch. At home with, Vida entre, 1871 (1964). Dehais, F. J. La manzana, 2000. Lupo, R. La conquista, 1968. Pérez Morando, H. (RN). Historias, 1992. Cuando las manzanas, 1993 y El Español, 2006. Rotary Club Cipolletti, libros. Amador F F de. San Martín, 1948. Albarracín S. J. Estudios, 1886. Moreno F P. Reminiscencias, 1942. Bejarano M. Memoria, 1872. Archivo diario Río Negro. Biblioteca Patagónica y otros.

 

 

   
HECTOR PEREZ MORANDO

(*) Periodista. Investigador de historia patagónica. 

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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