La variedad Gala fue obtenida en los años ‘20 en Nueva Zelanda, por hibridación entre Kidd’s Orange Red - Golden Delicious, e introducida al mercado en 1965. Comenzó a plantarse en la zona a mediados de los ‘80, principalmente sobre portainjertos semivigorosos y hasta vigorosos como el franco.
Desde un comienzo la fruta manifestó problemas en el desarrollo de color, pero la novedad que significaba esta variedad hizo que la demanda de los mercados compradores no fuera lo exigente que es en la actualidad.
A medida que los requisitos en cuanto a color y calibre aumentaron, Gala fue reemplazada por sus clones Royal Gala y Mondial Gala. Paralelamente, las nuevas  plantaciones fueron realizadas a mayor densidad y con portainjertos como el EM 7, EM 26 y EM 9.
No obstante esto, en pocas temporadas los clones mencionados fueron tornándose obsoletos, y es así que en menos de veinte años, y a pesar de que el grupo de las Galas ocupa apenas 2.504 de las 21.740 ha plantadas con manzanos (CAR 2005), las exigencias son tan elevadas en cuanto a color que ya se está hablando de Galaxy o Brookfield como los nuevos clones de moda.
Aunque existen técnicas culturales para optimizar la calidad de la fruta, la genética propia de cada clon marca un techo que no se puede superar. Dentro de las técnicas empleadas en la región se pueden mencionar el uso correcto de portainjertos, la poda y el ferirriego.
En cuanto al primero, vale mencionar el EM9, un portainjerto enanizante con características de precocidad, eficiencia productiva, calidad de fruta y cierta resistencia a pudrición de cuello. Da muy buenos resultados al combinarse con Gala, ya que restringe el crecimiento vegetativo, con lo que se obtiene una buena distribución de luz dentro de la copa, factor indispensable para la toma de color.
En ensayos realizados en el INTA Alto Valle con diferentes portainjertos en la variedad Mondial Gala, la fruta proveniente del portainjerto EM9 fue la que presentó una mayor coloración (% de cobertura), un mayor color de fondo, contenido de sólidos solubles y degradación de almidón.
Todos estos parámetros indican una madurez más avanzada, lo cual permitiría adelantar la cosecha, factor que es de suma importancia ya que se trata de una variedad de cosecha temprana, momento en el que la fruta primicia alcanza valores muy elevados en el mercado.
De todas maneras, hay que tener en cuenta que este portainjerto debe ser cuidadosamente manejado en sus aspectos culturales, por el hecho de que es empleado en sistemas de producción en alta densidad y requiere sistemas de conducción, poda, riego y fertilización con intervención intensiva por parte del productor.
La poda es otro de los factores clave. Ultimamente se habla de poda centrífuga, que consiste en la eliminación (pelado) de todo crecimiento ubicado en los primeros 30 cm de las ramas estructurales a partir de su inserción en el eje del árbol, con el fin de establecer una columna o “chimenea” por donde penetre la luz, y que luego se redistribuya en el interior de la copa, del centro hacia afuera. Mediante el empleo de esta práctica en cultivares de manzanos Royal Gala y Mondial Gala se logró aumentar el tamaño promedio de la fruta, anticipar el viraje de color de fondo y consecuentemente la cosecha, y mejorar el porcentaje de color de cobertura.
El ferirriego es otra técnica que contribuye a mejorar sustancialmente la calidad de la fruta, porque combina simultáneamente el manejo criterioso del riego y de la fertilización. Con  portainjertos enanizantes se incrementa aun más la precocidad de la plantación. El control del vigor de la planta permite que el productor pueda encontrar una relación adecuada de hojas por fruto, y lograr buen calibre a cosecha de frutos expuestos a la luz que garantizan excelente color.
Estas técnicas, si bien permiten “prolongar” la vida útil de una variedad, tarde o temprano chocan con la realidad que ofrecen los nuevos clones.
En esta lucha llevan las de ganar los genetistas, a través de la obtención de patentes, y los viveristas, mientras que en largo plazo los productores se ven perjudicados al ver que deben reinjertar y comenzar de nuevo luego de pocos años de haber reconvertido el monte.
El grupo de las Galas demuestra un dinamismo tal que exige un recambio constante: esto seguramente pasará con Pink Lady, y por lo tanto es importante establecer el manejo adecuado para cada variedad, a fin de prolongar su tiempo útil.