Sin embargo, existen otras dificultades, menos cuantificables, por las que deben atravesar los pacientes que menoscaban gravemente el derecho al acceso a la salud.
En un recorrido realizado por cuatro hospitales provinciales y dos dispensarios municipales se detectaron los siguientes problemas: las horas que deben esperar los enfermos para sacar turno (ir a las tres de la mañana para hacer cola), el problema para obtener los insumos y prótesis necesarias para las operaciones de parte del Ministerio de Solidaridad, los paros y asambleas de los trabajadores de la salud y la falta o rotura de aparatología necesaria para la realización de un estudio.
Dificultad uno. La primera dificultad –y más grave– se relaciona con un paso anterior a la espera que transcurre entre que se saca el turno y se hace efectiva la atención: es decir, el tiempo que se pierde en, justamente, sacar el turno.
Es falta de acceso a la salud tener que acudir al hospital a las 3, 4, 5 de la mañana para ser atendido. Y no tiene que ver únicamente con cuestiones de “comodidad” sino con, por ejemplo, qué se deja de hacer en ese tiempo.
Es que en general, quienes se atienden en los servicios públicos son personas que no gozan de trabajos estables: muchas veces, pasar toda la madrugada y parte del día para ser atendido significa perder un día de trabajo y, por lo tanto, quedarse sin la remuneración de la jornada.
Además, es una cuestión de dignidad humana: dormir apenas unas horas –o directamente no dormir- y pasar horas de pie para conseguir un turno se aleja de la idea de equidad en el acceso a la salud.
Dificultad dos. Insumos/prótesis. Algunos pacientes consultados aseguran que tienen problemas con la obtención de las prótesis e insumos necesarios para ser operados. Es que deben ser tramitados vía Ministerio de Solidaridad, y los requisitos para obtenerlos y los trámites son engorrosos. A veces tienen fecha fijada para ser operados pero no llegan los insumos. De todas formas, la espera, no sería mayor a un mes.
Dificultad tres. Paros y asambleas. 2007 es el tercer año consecutivo en que existen problemas gremiales que afectan con gravedad la atención de los pacientes. Si bien nunca se deja de dar respuesta a las urgencias, miles de personas se quedan sin poder ver a un médico especialista que no se encuentran ni en las guardias ni en los dispensarios barriales. Por ejemplo, sólo en el Hospital Misericordia atienden por día a 600 personas. Dificultad cuatro. Lejanía del domicilio, costos de traslados. Los hospitales de la ciudad de Córdoba concentran un gran número de pacientes que vive en el interior de la provincia. En los pasillos de los hospitales se encuentra gente de Alta Gracia, Villa Dolores, etc. Especialmente este problema se nota en el Hospital de Niños pues se trata de un establecimiento especialista en infancia que concentra la atención a enfermedades graves de los chicos de toda la provincia e incluso de provincias vecinas.
Dificultad cinco. Falta/rotura de aparatología.