El otoño es ideal para vivir el bosque desde una increíble paleta multicolor, que se prolonga en distintos verdes entremezclados con ocres, amarillos, rojos... Por eso, para esta escapada de fin de semana largo, un caminata puede ser ideal para disfrutar en familia y en plena naturaleza.
Para esta opción, San Martín de los Andes dispone de todos los servicios, hotelería y gastronomía de nivel internacional. Será la base de operaciones para lanzarse a la aventura entre montañas, arroyos y lagos.
En el sitio web oficial del municipio y su Secretaría de Turismo, www.sanmartindelosandes.gov.ar, se puede acceder a las posibilidades de medio día, jornada completa y pernocte, que ofrecen la multiplicidad de los circuitos que rodean a la ciudad.
Los senderos discurren por zonas de montaña, lo que obliga a la precaución. Hasta en verano suele haber una fuerte amplitud térmica entre el día y la noche, aun con buen tiempo. Es recomendable informarse primero sobre el circuito y el estado de la senda, el grado de dificultad, el tiempo estimado de recorrido, eventuales puntos de apoyo (pobladores, guardaparque) y el provisionamiento de agua (vea detalles en la web oficial). En las caminatas de dificultad media y alta es obligatorio avisar a las autoridades o a quien corresponda, registrándose antes de iniciar el recorrido. Respete los lugares establecidos para pernocte y fuego.
El equipamiento, ropa cómoda, calzado adecuado y accesorios básicos, son claves. Tenga especial cuidado con el calzado, pues es recomendable utilizar uno que ya esté probado y con el que se sienta cómodo. Debe sujetar el tobillo para evitar torceduras. Es conveniente suela flexible y capellada impermeable. Lleve medias de algodón de calce justo, mochila liviana, cantimplora, ropa de abrigo con rompevientos impermeable y linterna, incluso si se acomete una excursión de medio día con luz diurna, pues puede haber demoras e imprevistos. Tenga a mano un mapa del circuito, fósforos, cortaplumas multiuso y alimento de alto contenido energético.
La que sigue es una descripción de uno de los circuitos de baja dificultad y de medio día, al que se puede acceder directamente desde la ciudad. El recorrido es de diez kilómetros. Se trata del Mirador Bandurria y La Islita, tradicional paseo para las cuatro estaciones e ideal para los que hacen sus primeras experiencias en el senderismo. La senda parte por detrás de la planta de tratamiento de efluentes, al final de la calle Juez del Valle, en el área de la Costanera del lago Lácar, sobre el sector norte de la cabecera oriental del lago.
Una tranquera señala el ingreso a tierras de la comunidad mapuche. Desde allí, el camino se angosta hasta convertirse en una senda peatonal. En este bosque se abren diversas huellas: preste atención al diagrama del circuito. Tome siempre la senda que va a la derecha y en subida, así evitará desviarse hacia el lago Lácar o los acantilados. En el camino podrá apreciar los cipreses, colonizadores originarios del lugar, en convivencia con especies como el radal, roble y coihue.
La senda sale al camino principal, donde hay un puesto de artesanías y una casilla de cobro del acceso a la comunidad mapuche, en caso de continuar a La Islita.
A la izquierda se asciende por una pendiente suave hasta las alturas del mirador. A la izquierda se encuentra San Martín de los Andes; debajo y en frente, el muelle y la ladera por donde discurre la ruta "De los Siete Lagos"; y por detrás asoma el cerro Chapelco.
Cien metros a la derecha se accede a otra vista panorámica que abarca el cerro Abanico, las playas de Catritre y Quila Quina, y el lago Lácar hacia el océano Pacífico. El paseo puede continuar hasta La Islita, con unos 30 a 40 minutos más de caminata. Se accede a una pequeña playa de arena blanca y a una isla rocosa.
En verano o con temperaturas benignas, se puede nadar hasta ese afloramiento. De regreso, el camino vehicular, a la izquierda, desciende hasta la escuela rural del paraje y a las viviendas de los pobladores. Hay venta de mercaderías, frutas finas y comidas.
Chile siempre estuvo cerca
En forma esquemática, se podría dividir las posibilidades turísticas más cercanas del otro lado de la cordillera en tres grandes grupos, que corresponden a la octava, novena y décima región.
En la octava, a la altura del sur mendocino y el norte neuquino y a unas 9 horas de viaje desde el Alto Valle, se destacan alternativas como Concepción, una ciudad cálida e industrial con extensas costas en la península, Los Ángeles y Chillán.
En la novena, a seis horas de Neuquén y en una zona de lagos, brillan Pucón, Villarrica y Temuco. En la décima, atraen la completa estructura de Puerto Varas en la región de los lagos, en la que también convocan Puerto Valdez, Puerto Montt y Chiloé. Desde Bariloche, hay tres horas de viaje a Osorno.