1."Romance" fue mucho pero mucho más que un disco de versiones actualizadas de grandes clásicos del bolero. Con un solo disco Luis Miguel obtuvo la admiración de generaciones distantes. Desempolvó el bolero como juego de seducción y como género en sí mismo. Sin apropiarse de las canciones que hicieron famoso a Armando Manzanero y Antonio Prieto, entre tantos otros, el cantante mexicano "recargó" la expresividad de cada tema.

2.Una inteligencia distina. Hasta la aparición de Luis Miguel el "romance", ese que posee su propio estatus melódico, estaba gobernado por una aristocracia que prometía eternizarse en el trono del País de los Enamorados y los Corazones Rotos. El cantante no necesitó salirse del canon para comenzar a talar la venerable figura de inmortales como Julio Iglesias y Dyango. Luis Miguel usó armas tradicionales curadas en el tamiz de una inteligencia distinta.

3.Inolvidable. El famoso bolero de Julio Gutiérrez encontró un nuevo aire y una nueva vida en la voz de Luis Miguel. La interpretación del mexicano posee una textura pop y un sutil juego rítmico que aceleraron el tiempo natural del bolero hasta hacerlo accesible y atractivo para millones de jóvenes que consideraban este tipo de canciones venerables tesoros propiedad de sus abuelos.

4.Su voz, la voz.Se especulaba que el Luis Miguel adolescente perdería parte de su atractivo el día en que se convirtiera en adulto. Sus recitales en vivo eran por entonces coronados por un grito histérico que salía expulsado de su garganta cual demonio del cuerpo de un poseso. Por supuesto, cuando "Luismi" alcanzó los 15, el chico dejó atrás sus recursos extraartísticos y se concentró en explorar una voz mucho más madura y trabajada.

5. Misterio. Pocos saben o nadie sabe. La mayoría de los que siguen la vida de Luis Miguel sólo pueden sacar frágiles conclusiones acerca de qué es verdad y qué mentira en su biografía. La relación con su padre, aparentemente enferma y peligrosa; la desaparición de su madre, el vínculo con sus hermanos, sus supuestas adicciones, sus gustos refinados. De Luis Miguel sólo encontraremos teorías que se asemejan a las que Mulder le relataba a Scully en "Los archivos X". Nada concluyente. Ese misterio hace aún más entrañable la figura del cantante.

6. Luis Miguel, es Luis Migue. "Luis Miguel" como Luis Miguel. Porque Luis Miguel no necesita presentaciones. No especula con banderas. Ni con simbologías que lo vistan de cuerpo entero o que lo encuadren en determinado grupo. A Luis Miguel lo precede la potencia de su nombre, que remite a una forma de arte consolidada. A los 40 años Luis Miguel ha conseguido dejar atrás el preconcepto de la edad, del tiempo en tanto límite estético. Su canción o la canción dicha por él no puede pertenecer a ningún otro planeta que no sea uno llamado Luis Miguel.

7. Un poco de Pop. En todos estos años de carrera Luis Miguel no ha abandonado las fronteras donde se fortalecen sus canciones. Su interés por las melodías pop no le quitan el sueño a la hora de establecer prioridades. Sus incursiones más eléctricas funcionan bien y sin afectar su postura original. De este modo, Luis Miguel permanece y sobrevive en los charts juveniles.

8. Siempre. Paradójicamente su regreso al pasado significó para Luis Miguel sentar las bases de un eterno presente. "Romance" le abrió las puertas a una dimensión que ahora le pertenece. Luis Miguel revisa una Edad Dorada y alimenta su imagen de perfecto intérprete sin tiempo.

9. Un romántico de traje.Luis Miguel no nació de saco y corbata pero casi. En su adolescencia se lo vio con formales camisas y una inseparable chalina de seda. Al alcanzar la mayoría de edad optó por el traje. Su carrera musical guarda un paralelo con su estilo al vestir. Luis Miguel no quiso hacer de su juventud un recurso. De hecho apeló a mostrarse mayor de lo que era. Consecuentemente sus canciones apenas han sondeado las posibilidades del pop. Porque Luis Miguel fue, es y será un romántico clásico.

10. Nuevos clásicos. El género romántico le adeuda a Luis Miguel un puñado de hermosas canciones, equilibradas e intensas, que a su vez Luis Miguel les adeuda a otros tantos compositores, algunos muy famosos y otros no tanto: "Hoy el aire huele a ti", de Juan Carlos Calderón; "Suave", de Orlando Castro, y "Hasta que me olvides", de Juan Luis Guerra, por mencionar sólo tres temas clave de su vasta discografía.