LOS ÁNGELES (DPA).- ¿Qué pasaría si el malvado Lex Luthor derrotara a Superman? ¿Cómo continuaría la historia? Pues bien, ésa es la divertida premisa de la que partieron los responsables de DreamWorks para crear "Megamente", la última película de animación de los mismos estudios de donde salieron filmes como "Shrek", "Madagascar" y "Kung Fu Panda", historias que siempre han intentado dar una vuelta de tuerca a lo convencional y consabido.

Todos saben que DreamWorks es una compañía donde los convencionalismos se dejan a un lado, metidos en un cajón, y "Megamente" no es una excepción.

Así, el protagonista de este nuevo filme es un ser con la cara azul y un cráneo en forma de huevo, como si en su interior se estuvieran gestando todas las maldades posibles. Porque Megamind es, efectivamente, uno de los mayores villanos que se han podido ver nunca en una pantalla de cine. Pero un villano que, sin embargo, es un auténtico desastre.

Durante décadas este malvado ser ha intentado por todos los medios conquistar Metro City, una de las ciudades más importantes del mundo, pero cada una de esas tentativas se ha saldado con un sonoro fracaso. La culpa de todo la tiene, como no podía ser de otra forma, un superhéroe: un tipo con capa que vuela por los aires y que responde al nombre de Metro Man.

Pero un día sucede lo que en ninguna película o cómic hemos visto. El mal derrota al bien; el villano vence al héroe. Metro Man es destruido. Megamind puede ahora, por fin, reinar a sus anchas.

Pero ¿qué es un "malo" si no tiene frente a él a un "bueno"? Nada. Megamind se ha quedado sin adversario o, lo que es lo mismo, su existencia no tiene ya ningún sentido. Pero pronto encontrará la solución: él mismo creará un nuevo superhéroe. Lo que ocurre es que tratándose de Megamind el tiro, naturalmente, le saldrá por la culata.

"Megamente" fue dirigida por Tom McGrath, el responsable de "Madagascar", y como suele ser habitual en este tipo de películas varias estrellas de Hollywood prestaron su voz a los personajes de animación.

Así, Will Ferrell es el perverso Megamind mientras que Brad Pitt es el angelical Metro Man, una voz que, según confesó el actor, se inspira nada menos que en Elvis Presley.

"Cuando grabó su papel -recuerda McGrath- Brad no se limitó a quedarse detrás del atril sino que cogió el micrófono con la mano y caminó de un lado a otro del estudio como si estuviera en un escenario".

En la película también intervino Tina Fey, una de las últimas estrellas de Hollywood que proviene, al igual que Will Ferrell, de la inagotable cantera de ese mítico programa de televisión que es "Saturday Night Live".

El pasado mes de julio, en el popular Comic-On de San Diego, ante el delirio de cientos de aficionados un Will Ferrell disfrazado de Megamente explicó que la película gustará por igual a grandes y chicos. Los mayores se reirán con su ironía y con su fino y sofisticado humor, mientras que los pequeños verán una historia de superhéroes un poco distinta aunque, eso sí, muy disparatada.

"Megamente" llegó a las pantallas norteamericanas el 5 de noviembre. Antes, el 2 de octubre, más de 1.500 personas habían acudido al Nokia Plaza de Los Ángeles vestidas de superhéroes. Por allí estuvieron decenas de Batman, Superman, Supergirl, Spiderman y demás personajes del gremio.

Los asistentes batieron el récord Guinness de la categoría (si ésta alguna vez existió) y de paso promocionaron por todo lo alto la película. Y allí, observándolo todo, se encontraba -cómo no- Megamente, el último en llegar al club. Una perversa mente que, sin embargo, tendrá que salvar la Tierra. Un villano convertido en superhéroe. ¿Una consecuencia más del cambio climático? No, simplemente cosas del cine... de animación.