NEUQUÉN (AN).- Del mismo modo en que Devra canta árabe, italiano, inglés, portugués, o buena parte de la música flamenca, tiene la versatilidad de abordar el repertorio popular de la chanson francesa con la seriedad que merece semejante desafío. Porque si bien el timing es muy bueno, no hay que olvidar que las letras son muy importantes para los franceses, y hay canciones como "Ne me quitte pas", de Jacques Brel, que son una hazaña.
En esa búsqueda amplificada, la cantante se da el gusto de experimentar la sonoridad de esa canción emblemática y en el resultado se desdibuja la noción de que quien la interpreta es una neuquina que vive lejos de la bohemia parisina.
"Lo que hago es mostrar esa experiencia emotiva donde muchos podemos vernos referenciados, y para que a uno le llegue lo veo desde un punto de vista emotivo, psicológico y existencial. Todo este repertorio pasa por ese lado emotivo".
Con esa idea en mente, Devra sigue apostando a otras canciones: tiene una versión del tema de Edith Piaff "La vie en rose" (de Piaff canta además "Padam Padam", Milord, "Non, je ne regrette rien"), otra de "Quelqu´un m´a dit" el tema que hizo famosa a Carla Bruni, una de Jacques Prevert, por supuesto algunos temas emblemáticos de Charles Aznavour y también de otros compositores e intérpretes de los más representativos en lengua francesa.
Cada tema de "Café París", el espectáculo que la cantante presentará hoy junto al pianista Alan Britaev en el teatro El Arrimadero (a las 22:30), es un logro en sí. Los minutos que dure el show mantienen una puesta en escena muy teatral, dirigida por Gustavo Lioy, logrando una cierta originalidad de otras actuaciones de la cantante. También habrá músicos invitados: Andrea Braun en guitarra y Gonzalo Rodríguez en acordeón.
"Estuvimos mucho tiempo preparando este espectáculo porque es tiene mucha letra, mucho texto, son canciones breves pero dicen mucho", dice Devra del show que rinde un amplio homenaje la chanson francesa, esa que produce en el público no francés un efecto narcótico que excede los parámetros musicales de valoración. Y que invita a la melancolía universal.
Devra cuenta que la búsqueda del repertorio comienza por el texto. "En primer lugar -dice-, tiene que conmoverme auditivamente, tiene que coincidir con la mirada que uno tiene". Luego, agrega la cantante que tiene una formación musical bastante amplia, "hay que ver qué es lo que dice, porque en general son canciones melodramáticas muchas de ellas, y si bien yo no tengo una vida melodramática, quién no reconoce esos momentos", dice.
Para cerrar la elección -explica- "hay que ver si es registro es acorde a lo que una puede cantar".
-¿Esa búsqueda constante de canciones en otros idiomas a qué se debe?
-Yo soy de Neuquén, pero me siento muy ligada a todas las culturas y la música que si bien es un cliché tantas veces dicho, la música es un lenguaje universal, y en lo personal siento que cuando canto me siento parte de esa otra cultura. Es como si fuera propia, porque nunca sentí eso de los límites geográficos tan verdaderos. No lo siento en lo musical.
Así, Devra intenta ampliar la versatilidad de su voz sumando experiencia musical en diferentes idiomas (español, inglés, italiano, portugués, francés, alemán, árabe y sus dialectos), en varios géneros (rock, pop, folclore, salsa, bossa, jazz, ópera), y explorando distintas técnicas, como la del canto lírico, en la que actualmente se está especializando.
Una artista completa
Devra tiene una formación artística muy completa. Comenzó a estudiar piano a los siete años con Julio Scarpello, y también durante su infancia y adolescencia le dedicó muchas horas al estudio de danzas (española, clásica, jazz) con Laura Pulozzi. En lo musical había sido prácticamente autodidacta hasta que comenzó la carrera de Profesora de Música en la Escuela Superior de Música de Neuquén que finalizó en 2003.
También fue integrante del Coro de Adultos de La Confluencia en registro de soprano; estudió teatro y comedia musical en La Plata; también danzas contemporáneas en La Plata, Buenos Aires y en el IUPA (ex INSA). Por otro lado, tomó clases de percusión latina y batería con Fabián Gallina, además de profundizar en el estudio de idiomas.