El teléfono sonó tres veces y del otro lado se escuchó una voz calma dispuesta a contestar algunas preguntas (sólo algunas porque el tiempo apremiaba). Era el número de su estudio de grabación y fue muy fácil imaginarlo, luego de un rápido y bien porteño almuerzo, con las piernas sobre un escritorio, con músicos y técnicos moviéndose alrededor y otras tantas ideas rondando en su cabeza.

"Ando con ganas de tocar algunos acústicos", fue lo primero que anunció Don Vilanova, que mañana a las 22 desparramará buena música en el Teatro Español de Neuquén.

El artista, que hace dos años transita los escenarios con nuevo nombre, viene de una extensa gira por el país presentando su último disco como músico y su primer CD como Don Vilanova.

Miguel Vilanova se animó a lo que muchos ni si quieran pensarían como posible. Luego de 37 años de ser conocido y respetado como Botafogo, un buen día enterró el sobrenombre que le puso nada menos que Pappo y adoptó nueva identidad y nueva imagen. El cambio fue radical y arriesgado, pero para este "Don" descontracturado fue más que positivo. Le inyectó una dosis de energía extra, que Don Vilanova canalizó hacia su nuevo trabajo discográfico que saldrá a la venta este año. Como anticipo se puede decir que será una placa heterogénea con pasajes por demás sorprendentes.

"Son temas míos pero interpretados por distintas bandas. Algunos temas los va a tocar mi banda y otros los tocan bandas como Blues Motel, Nativo, Pier, La Mississipi y Lucas Edler, el último guitarrista de Memphis. En cuanto a las composiciones este disco será parecido al anterior, pero desde lo interpretativo va a variar mucho. Por ejemplo, el tema que toca Nativo es una cosa pesada tipo metálica que yo jamás voy a tocar. El tema que toco con la Mississipi es un tema hecho por mí pero suena a la Mississipi. Blues Motel le dio un toque Rolling Stone. Los Reggae Rocker hicieron un reggae de un tema mío. Pier toca a su manera. La idea es hacer algo diferente", reveló Don Vilanova.

Su próxima placa lo distancia un poco de "Adiós Botafogo. Bienvenido Don Vilanova", que mar-có el inicio de su nueva etapa. Y lo distancia bastante del Botafogo de Pappo, pero no tanto como para no ver aún el contorno de un recuerdo muy querido. Un recuerdo vivo que era necesario dejar atrás como parte necesaria de la evolución.

"A pesar de la incertidumbre, el miedo a lo desconocido, el miedo a despegarse de algo tan conocido y querido, hemos pasado el chubasco y, la verdad, estoy muy contento y muy agradecido de poder estar haciendo todo esto. Vamos a sacar un disco nuevo, hemos hecho hermosos show en Uruguay, Chile y casi todas las provincias argentinas. Algunos me dicen que seguiré siendo Botafogo y otros ya me llaman Don. Es muy divertido y disfruto mucho cada estadía. Botafogo es un nombre muy querido para mí, fue algo muy lindo y muy importante en mi vida, pero espero que se afirme Don Vilanova aunque jamás me voy a olvidar de Botafogo", sentenció el músico.

En su presentación en Neuquén no habrá momento para aburrirse, ni para dormir, ni para nada que no sea disfrutar de buena música. Eso sí, si esperan encontrar un recital cerrado, cíclico, con marcado principio y fin, entonces van al lugar equivocado. Don Vilanova prometió algo "desacartonado".

"Vamos a tocar algunos temas del disco anterior, otros que hemos incorporado con la banda, algunos temas nuevos míos, algunos clásicos de Pappo pero a mi manera. Tengo ganas de tocar algunas cosas acústicas, presentar a los músicos y así ir improvisando", adelantó Miguel.

"Adiós Botafogo Bienvenido Don Vilanova", disco presentación de Don que no le teme a nada en cuanto a música y escenario se refiere, contiene dieciséis temas, en los que participaron los hijos de Vilanova en piano y bajo.

El blues sigue siendo la marca registrada de este artista multifacético, roquero renegado de las formas, pero respetuoso de la calidad y la buena música.

Hay muchas cosas que se pueden contar en treinta y siete años de carrera. Y muchas cosas que definen a este artista que supo musicalizar el final de cada bloque de un programa de televisión, allí a un costado de la escenografía y supo también conducir su propio programa de música.

Pero sin duda, lo que mejor define a Miguel Vilanova es la frase "curioso voraz". Eso de meter la nariz y el oído, sobre todo el oído, en cada instrumento, en cada consola de sonido y arrancar de allí algo novedoso, algo diferente pero con sello propio, es algo que por más nombre que se invente no cambiará en su carne y en su alma.

"Soy un agradecido de lo que me brinda la gente. Siempre me apoya en todo y me sigue (aunque es difícil seguirme, me busca por lo menos). Eso significa que le gusta lo que hago y que no se ha cansado de mí", cerró la charla Miguel.