SILVINA FERNÁNDEZ
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Desde hace unas semanas las pantallas de Warner Channel advierten que algo extraño se acerca. Imágenes fragmentarias anuncian el arribo de unos Visitantes que aseguran venir en son de paz.
Son los adelantos de un estreno que tiene ecos de algo conocido para muchos. Es que el martes 6 de abril, a las 21, la señal pondrá al aire en América Latina el primer capítulo de "V" una remake de la exitosa miniserie de dos capítulos de 1983 que debido a su aceptación tuvo su secuela ("V, la batalla final") un año después y en 1985 se convirtió en la serie "V, invasión extraterrestre", que terminó abruptamente sin cerrar su historia por la caída de audiencia.
Con los años se transformó en una serie de "culto" para los seguidores de la ciencia ficción y rotó por los canales de cable una y otra vez.
La miniserie original ya abrevaba en un tema recurrente en la literatura de ciencia ficción, que entre los norteamericanos, sobre todo, se arraigó en la cultura popular a través del cuento de Damon Knight "Cómo servir al hombre".
En este relato -que también satirizaron Los Simpson en uno de sus especiales de Halloween con Kahn y Codos como protagonistas- los kanamitas llegaban a la Tierra ofreciéndole a los hombres el desarrollo tecnológico necesario para vivir en paz, sin enfermedades ni miedos. Un mundo feliz y perfecto... salvo que tenían un gran secreto: para los kanamitas los hombres sólo eran ganado, una parte más de su alimentación... Igual que para los visitantes de los ochenta, aunque con la ecología en alza en ese entonces a la matanza humana se le sumó la expoliación del agua.
Renovar la serie y que nuevas generaciones la adopten supone todo un esfuerzo que va más allá del uso de la tecnología digital y los cambios estéticos.
Entre una y otra pasaron 26 años y el mundo es totalmente diferente. Desde la caída del Muro de Berlín el rojo "peligro comunista" desapareció de la tevé, que en cambio refleja recurrentemente el miedo de la sociedad estadounidense ante la posibilidad de un atentado terrorista.
En la nueva versión los efectos especiales son mucho más sofisticados y dentro de la nave nodriza que llega a Nueva York, una de las 29 que sobrevuelan la Tierra, muestra una miniciudad casi etérea, muy lejana a los hangares que evocaban al "Capitán Escarlata" de la original.
La producción mantiene casi el mismo esquema de personajes, con algunas vueltas de tuerca. Los aliens ya no visten enteritos rojos con grandes hombreras. Usan colores neutros y diseños discretos y elegantes. La líder de los extraterrestres no se parece a la curvilínea y enérgica ´come ratones´ Diana (Jane Badler), ahora es Anna (Morena Baccarin) quien cautiva con una sonrisa enigmática y una apariencia casi andrógina.
Marcando su rumbo el primer capítulo ya devela la esencia de los visitantes y empieza a armarse la resistencia, que esta vez no surge de los científicos, sino que estará encabezada por una agente del FBI (Elizabeth Mitchell), un sacerdote (Joel Gretsch) y extraterrestres disidentes. Y así, la guerra entre los "lagartos" y los hombres comienza, una vez más. Será cuestión de ver quién se come a quién.