LOS ÁNGELES (DPA).- Corren tiempos de tres dimensiones y muchas fantasías, un espacio en el que se ha metido de lleno la nueva producción de Dreamworks, "Cómo entrenar a tu dragón", una cinta para público infantil pero con toda la carga épica de un largometraje para adultos que ayer se estrenó en los cines Village de Neuquén. Aunque antes ya se había presentado mucho material en este nuevo formato, fue "Avatar", de James Cameron, la que rompió todos los moldes con su nueva revolución técnica.

Desde entonces siempre hay en puerta otro estreno sonado que conlleva fantasía y la obligación de ponerse las gafas oscuras dentro de la sala de cine. "Alicia en el País de las Maravillas", de Tim Burton, es un buen ejemplo y también "Cómo entrenar a tu dragón", la cinta de los directores Chris Sanders y Dean DeBlois que competirá con la adaptación del clásico de Lewis Carroll.

La del dragón no tiene la fama que precede a "Alicia", pero cuentan a su favor muchos paralelismos con "Avatar" por su despliegue de imaginación y carga histórica.

Llama la atención el hecho de que el protagonista, un intrépido y curioso adolescente en una aldea vikinga, sea capaz de domar y montar al dragón, en una conexión casi idéntica entre los Na´vi, las criaturas azules de James Cameron, y aquellos dragones que poblaban el lejano planeta de Pandora de "Avatar". Resulta de alguna forma una versión infantil de la épica ganadora de tres Oscar, con algunos elementos fantásticos y mucha fuerza de la naturaleza.

Esta comedia de aventuras que transcurre en un mundo mítico de corpulentos vikingos y salvajes dragones se basa en la novela homónima de la autora británica Cressida Cowell. La historia se centra en un pequeño vikingo llamado Hiccup (Jay Baruchel) que vive en la isla de Berk, donde luchar contra los dragones es su modo de vida. Cuando Hiccup entra en la escuela de dragones para demostrarle a la tribu que se convertirá en un valiente vikingo, descubre que su personalidad y su cuerpo no se adaptan a los requerimientos de la tribu ni a los de su jefe, Stoick the Vast (Gerald Butler), que casualmente también es su padre. Por eso cuando Hiccup se encuentra con un dragón herido no sólo no es capaz de matarlo sino que comienza a estudiarlo y termina convirtiéndose en su mejor amigo. A partir de esta amistad y de su conocimiento acerca de los fantásticos animales, el mundo existente da un giro inesperado que cambia completamente el futuro de la tribu.

Los responsable de cintas como "Shrek", "Madagascar" y "Kung Fu Panda" decidieron aventurarse por segunda vez en este proyecto en tres dimensiones motivados por el reciente éxito de este género.

Además de Baruchel y Butler, el filme cuenta con las voces de América Herrera (Astrid), Jonah Hill (Snotlout), Christopher Mintz-Plasse (Fishlegs) y Kristen Wiig y T.J. Miller interpretando la voz de los mellizos Ruffnut. La encargada de la producción de la cinta fue Bonnie Arnold, que asegura que el mayor desafío como productora era tomar un mundo ya establecido como el de los libros de Cowell y adaptarlo a un largometraje. "Queríamos que la película fuera un gran acontecimiento, una verdadera historia de acción y aventuras con personajes grandiosos, que atrajeran a un amplio público", dijo.

El estudio contrató a los guionistas Will Davies y Deblois y Sanders ("Lilo & Stitch", "Mulan") para que les dieran vida a estos personajes sacados de una novela infantil. Y aunque el libro comienza en el momento en que los dragones ya están integrados a la estructura social vikinga, los cineastas consideraron que retroceder un poco en el tiempo sería la clave de la historia. "Creo que nuestro gran acierto fue crear un relato de iniciación en el que Hiccup y su relación con un dragón llamado Toothless realmente cambian el orden del mundo". Arnold añade que ésta era la historia que querían contar: cómo, gracias a este adolescente, comenzó la relación entre vikingos y dragones que llevó a las aventuras de los libros, las que todos conocemos y amamos. Esta nueva historia fantástica con criaturas míticas podría volver a sacar de sus casas al creciente número de fans de las producciones 3D.