Del 10 al 14 de febrero se realizará la “Fiesta Nacional de la Manzana 2010” en General Roca. La noche del jueves 11 será para No te va gustar, Kapanga y Los Cafres, que hablaron con “Río Negro”.
Surgida a finales de 1987, Los Cafres debutó en un pub de Pueyrredón y Santa Fe, con Diego Canedo, Guillermo Bonetto, Roberto Razul, Ariel Müller, Gustavo Pilati y Eduardo Pretalis, más Viviana, Rosana y Leonora Bonetto en coros.
En agosto de 1989, el Centro Parakultural vio el último recital de su primera época. La crisis económica del país provocó el cierre de numerosos locales donde podían tocar y eran pocas las perspectivas discográficas.
En noviembre de 1992, abrieron la actual etapa en la disco The Roxy. En septiembre de 1993 abrieron la edición argentina del Reggae Sunsplash Festival en Obras.
En 1994 grabaron el primer álbum, “Frecuencia cafre”, mezclado en Jamaica por Errol Brown. En marzo tocaron con Jimmy Cliff en el Gran Rex y al mes siguiente con Los Cadillacs en Obras.
En el invierno siguiente dieron forma a “Instinto” y luego a “Instinto Dub”.
En octubre de 1997 salió a la luz el tercer disco, “Suena la alarma”, producido por Pablo Guyot y Alfredo Toth. En el verano de 1999 viajaron a San Juan de Puerto Rico invitados por la banda local Cultura Profética.
Durante el 2000, volaron de nuevo a Puerto Rico, al DF mexicano y Guadalajara.
De regreso, en Buenos Aires terminaron de grabar “Espejitos”. “Vivo a lo Cafre” (2002) fue su primera placa en vivo. Le siguieron “¿Quién da más?” del 2004 y “Luna Park”, CD y DVD (2006).
La formación Guille Bonetto en voz, los teclados de Claudio “Cafre” Illiobre, el guitarrista Víctor Raffo, Sebastián “Sebolla” Paradisi en batería y percusión y el bajista Gonzalo Albornoz produjo el doble “Barrilete” y “Hombre Simple” y lo presentó en mayo del 2008 en el Luna Park de Buenos Aires.
Con Gonzalo; desde 1992 en Los Cafres, “Río Negro” charló en su casa de Buenos Aires, mientras oficiaba de niñero de su hija Catalina.
–En general tratamos de que los tours no nos lleven afuera por demasiado tiempo. Que sean de una semana, quince días, veinte como mucho. A nivel familiar, son parte del trabajo. Así como hay gente que va a la oficina todo el día o tiene obligaciones por las que se ausenta los fines de semana, bueno, acá hay giras.
–Y también largas sesiones de grabación…
–Y sí… Hubo días totalmente ocupados. En lo que a mí respecta, en la primera etapa –más que nada– cuando registramos las bases (su bajo más percusiones), se abarcó aproximadamente medio mes completo, desde la mañana hasta la noche. Después, en la mezcla, yo estuve algún día trabajando… Cada uno trata de cuidar sus temas, sus composiciones, como si fueran sus hijitos. En una jornada se mezclaron uno, quizás dos temas. Llevó su tiempo…
–Tiempo de desconexión con la familia.
–Sí, un poquito pasa. Es inevitable, a cierto nivel. Puedo decirlo con certeza porque lo he comentado con otros músicos. Se vive la recriminación de la mujer, más que nada… Que no entiende o tiene ciertas fantasías respecto a que uno está afuera, haciendo shows, se divierte, viaja… Nos ocurre a todos y, además, me parece en cierto punto natural. Pero, actualmente, la telefonía celular nos permite –desde el interior de Argentina hasta el norte de México, Puerto Rico, por donde hemos andado– estar comunicados las veinticuatro horas. Tenemos también internet… La comunicación es tan ágil que ante cualquier cosa que pase en casa, estamos anoticiados al momento.
–El último disco es de covers. El anterior doble, de temas propios. ¿En qué se diferencia de los anteriores?
–En principio, nuestro concepto artístico no cambió. Quizá el resto de la banda lo comparte, lo que más me gusta –en definitiva es música– es que las canciones están buenas, son buenas, más allá del género, que es reggae. Hay letras mejor trabajadas. La música, el concepto de la instrumentación que logramos, nos deja muy conformes o contentos. Las melodías, también. Es un todo, escuchás un tema y decís está bueno, me gusta como canción, me agrada la melodía.
La del 11, será la noche del rock en la Fiesta de la Manzana, en Roca. Y ese día, en el mismo escenario, estarán Los Cafres y Kapanga. Hablamos con ellos.
Los orígenes de Kapanga se remontan a 1989 en Quilmes, cuando animaban fiestas privadas e interpretaban canciones de Carlitos La Mona Jiménez. Separación y vuelta a juntarse en el 95, Martín “Mono” Fabio en voz, Marcelo “Balde” Spósito, bajo y coros, Miguel De Luna Campos, guitarras y coros, Claudio Maffia en batería y coros, y Mariano Arjones, teclados. Su álbum debut “A 15 cm de la realidad” salió en 1998 y fue Disco de Oro. A fines del 99 editaron “Un asado en Abbey Road”, con participación de Ricardo Mollo en guitarras, Andrés Giménez en voz y el coro de Súper Ratones.
“Operación Rebenque” es del 2000, con Adrián Dárgelos de Babasónicos como invitado en dos temas. Dos años después giraron un mes y medio por Puerto Rico y dieron forma a “Botanika”. “¡Esta!”, quinto disco de la banda, fue editado en el 2004. Invitados Andrés Ciro, los metales de Dancing Mood, el Cóndor y Dani de Bersuit y Gustavo Rowek en batería. “Kapangstock”, registrado en vivo durante los recitales de Obras y el Pepsi Music 05, salió a fines del 2006 en CD y DVD, recorriendo sus diez años de trayectoria. Durante ese año se incorporó Javier Manera en el bajo, luego de que “Balde” Spósito se centrara exclusivamente en la composición.
“Siempre tuvimos un fuerte contacto con la gente, sobre y fuera del escenario.” Define Martín Fabio, el “Mono” de Kapanga, en diálogo con “Río Negro”. “Conocemos a muchísimos de los que nos vienen a ver. Pero, por ahí, en catorce años que llevamos tocando, cambió la relación con los chicos, los roqueritos de siete, ocho, diez, hijos de muchachos y chicas que crecieron escuchándonos también a nosotros”.
En el 2007 llegó “Crece”, grabado en Circo Beat y Estudios Panda. En el 2009 presentaron su último disco “Todoterreno”, registrado en estudios “Del Abasto” y “Tole-Sound”, con producción artística de Pablo Guyot y Alfredo Toth, que será editado en Chile, México y más países de Latinoamérica.
Otro sueño se cumplió y finalmente se filmó su película: “Kapanga todoterreno / The Incredible Adventures of the Shit Beatles”, un largometraje de setenta minutos con la historia de cinco albañiles que forman una banda de rock. En ella actuaron Pablo Echarri, Flavio Cianciarulo, Ricardo Iorio y Pablo Lescano, entre otros, y se estrenó oficialmente en el 24º Festival Internacional de Mar del Plata, realizado entre el 7 y el 15 de noviembre pasado.
–En las letras, antes protestábamos un poco más por muchas cosas que nos irritaban de la realidad del país y nos siguen irritando. Hoy cambió la forma de componer, el modo de hacer canciones. Hay más definición que mezcla dentro de un mismo tema. Era nuestra característica, mezclar mucho: un cuarteto cordobés con heavy metal. Actualmente hay cosas más definidas, otras búsquedas. Nos volvimos más cancioneros a medida que fueron pasando los años. El cambio empezó a partir de “¡Esta!”, cuando nos animamos a otras líneas musicales, a investigar e interiorizarnos, a tratar de evolucionar, a cambiar para mejor.
–Pasando los discos, el sonido es más limpio. Hay menos potencia y más claridad, mayor pulcritud en la ejecución de los instrumentos, en la expresión de tu voz, en los coros…
–Se agradece porque trabajamos para eso también. Para evolucionar, para crecer, para aprender, para ser mejores intérpretes. Ponemos todo para ser un poco mejores cada vez. No nos quedamos en la fórmula de “Me mata” (pista 13 de “A 15 cm de la realidad”). Si hubiéramos hecho eso, nos habríamos aburrido muy rápido.
–¿Cómo le fue en el Festival de Mar del Plata a la película que ustedes filmaron y actuaron?
–Estuvo muy bueno. Ninguno esperaba la recepción que tuvo. Sólo queríamos hacer un largometraje y todo lo que vino después nos sorprendió: el Festival mismo, el (segundo) In-Edit Cinzano (10 al 14 de diciembre en BA), presentarlo en varios lugares del interior de Argentina, en pantalla grande en varios cines… Pensábamos que solamente iba a ser una peli editada en DVD y trajo un montón de reacciones, todas favorables. La gente la recibió muy bien.
–¿Indica un camino posible, de trabajar con ese otro lenguaje además del musical?
–En el mundo Kapanga nunca se sabe. La verdad es ésa. Nosotros la empezamos como un chiste, como todo lo que iniciamos. La banda comenzó como un juego, como cinco amigos tocando música y divirtiéndonos… Ya desde el principio, pensábamos en hacer un largometraje. Se dio en el 2009, los tiempos hicieron que diera ahora. Y sólo nos trajo satisfacciones. Eso se vio reflejado en un montón de chicos, en nuestros hijos. Viste que son muy radicales: está buena o es una porquería. Tienen entre tres y once años y cuando la vieron se murieron de risa. Lo mismo nos pasó a nosotros. Por más que tengamos más de cuarenta, parece que nuestra mentalidad sigue siendo la de un pibe de siete o de ocho… Nos divertimos con cosas que hacen divertir a un pibe de esa edad. Somos unos grandotes con alma de niño, que todavía mantenemos eso: divertirnos, pasarla bien, tratar de que todo este camino recorrido –cuando se corte, en algún momento– nos permita decir que la pasamos bárbaro.
–¿Ya tienen bosquejado o diseñado el recital del 11 de febrero en Roca?
–Vamos a estar presentando mayormente “Todoterreno”, el último compacto. Y después las canciones que nos trajeron a este presente.
–¿Proyectarán fragmentos de la película?
–Seguramente. Más no te puedo decir… La puesta de la Fiesta de la Manzana es la más grosa de todas las fiestas que hay en el país. La tecnología que se puede utilizar ahí, las pantallas, las luces, da para pensar un show distinto. No en todos los conciertos contás con la parafernalia de que disponen en Roca. O sea en ninguna presentación de Kapanga, producida por nosotros, logramos tener ese arsenal técnico. Y no creo que lo tengamos nunca. Entonces, hay que aprovecharlo. Tenemos un buen iluminador, Juan Lanne. Es un animal y cuando se le dan las posibilidades de buena tecnología, potencia mucho más el espectáculo, con imágenes, luces. Cosa que también nos gusta.
Programa
Miércoles 10
21: La Suma
21:40: Banda Registrada
23: La Nueva Luna
Jueves 11
20:30: 7 Remedios
21:05: Vasta Rabia
21:50: No Te Va Gustar
22:50: Los Cafres
23:50: Kapanga
Viernes 12
21: Ballet Municipal de Folclore
21:20: José Guajardo
21:55: Mauro Guiretti
23:15: Soledad, Los Nocheros, Chaqueño Palavecino
Sábado 13
20:30: Ballet Municipal de Tango
21: Matías Bilurón
21:30: Gastón Bell
22:40: MIDACHI
1: Los Auténticos Decadentes
Domingo 14
21: Rubén Rada
22: Molotov
23:10: Calle 13
